Estaba cerrando la puerta de la habitación a sus espaldas cuando la luz del corredor se encendió sobre su cabeza. Presionó el futón entre los brazos y se giró hacia Junmyeon, quien terminó por acortar la distancia restante y miró hacia la puerta con el ceño fruncido.
―Tardaste mucho, ¿Luhan está bien? Creo que ha tomado más que el resto.
―Él está bien, solo ha sido un poco difícil conseguir que se fuera a dormir, ya sabes cómo es... ―respondió, esperando que la agitación interior que sentía no estuviese escrita en toda su cara.
Junmyeon asintió e hizo un gesto hacia las escaleras.―Bajemos, el resto ya está roncando hace rato y Kyungsoo comienza a ponerse fastidioso porque tiene sueño.
Sehun lo siguió y tendieron el futón en el suelo de la sala, acostándose los tres en éste sin mucho problema. El menor se acomodó de costado, dándoles la espalda a Junmyeon y Kyungsoo después de murmurar un buenas noches bajito, y cerró los ojos.
Por supuesto, no esperaba dormir. Su mente iba tan rápido y cargaba tantas cosas que caer en la inconsciencia no era una posibilidad. Se sentía desagradable, culpable por haberse aprovechado del estado de Luhan, confundido por pensar en él de esa manera. Asustado por lo que vendría una vez que la mañana llegara y tuviesen que verse en la acusadora luz del día.
Todavía podía sentir el calor de su piel contra la suya, quemando bajo la punta de sus dedos y su boca. Todavía podía recordar el pasmo en sus ojos y el completo rechazo con el que lo empujó a un lado en cuanto cayó en consciencia de lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, lo que más le preocupó fue que, en todo el mar de sentimientos abrumadores que lo inundaban, no había nada parecido al verdadero arrepentimiento.
Cuando el sol comenzó a salir en la mañana, los demás en la sala aún dormían profundamente. Sehun empujó la pierna de Junmyeon de encima suyo mientras salía del edredón y rebuscaba con los ojos entrecerrados por sus cosas. Se cargó la mochila al hombro, se colocó las zapatillas sin atar y salió de la casa, presionando los labios en concentración para no hacer ruido al cerrar la puerta.
A las siete de la mañana su madre ya estaba despierta, sentada en el sillón de la sala, bebiendo de una taza de café y leyendo uno de sus muchos libros de diseño. Hyejun era diseñadora de interiores, mas no ejercía desde que había tenido a su primer hija. Daemyung era un hombre muy apegado a las viejas costumbres, y opinaba que las esposas debían quedarse en casa, atendiendo ésta y los hijos, y los esposos debían ser quienes salían a trabajar.
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Toska «hunhan»
Fanfiction❝ Oh Sehun es un adolescente con una gran vida. Atractivo, inteligente, de clase acomodada y familia tipo, con numerosos amigos y una adorable novia. Sin grandes problemas en su día a día más que algún que otro asunto cotidiano. ... Siempre que igno...