Pasaron los días entre clases y ensayos, ya estaban en Marzo y a finales de Mayo era final de curso, cada vez quedaba menos tiempo en la academia.
La semana paso tranquila, Santana y Brittany seguían como siempre, regalándose miradas de reojo que escondían grandes te amo. Brittany iba todos los días a la sesión con la psicóloga, no se perdía ni una, para ella era sagrado, ella misma se daba cuenta de los progresos en las pocas semanas que llevaba, y la motivación de poder estar cada vez más cerca de Santana era el motor que la llevaba a asistir. Santana por su parte, intentaba no pasar por las aulas donde ensayaban los de Bailes de Salón, de esa manera evitaba encontrarse con Rafael, seguía sin querer verle el pelo a ese hombre que le había tocado como padre. La latina ahogaba todas sus frustraciones en el baile, se pasaba día y noche bailando era una forma de escape y en esos momentos lo único que le daba algo de paz y tranquilidad.
Era Domingo y Brittany sabía muy bien que ese día tenía que asistir a la mansión a comer y para tener una charla con su padre.
La noche de antes apenas pudo pegar ojo, estaba demasiado nerviosa tratando de acertar de que querría hablarle el Sr. Pierce. Se puso en pie muy temprano, se dio una ducha larga para intentar tranquilizarse.
Salía del baño envuelta en una toalla, y hacia el armario, intentaba hacer el menos ruido posible, pues Rachel estaba durmiendo, esa noche llego muy tarde y no quería despertarla.
Decidió ponerse algo informal, sabía que las comidas los domingos en casa de los Pierce eran sagradas, así que optó por un vestido sobrio color negro, con unas bailarinas, el pelo suelto y un abrigo a juego.
Bruno la esperaba en la puerta de la academia para llevarla hasta la mansión, ates de salir de la habitación le dejo a Rachel un nota:
"Buenos días dormilona! No he querido despertarte, ya sabes...me he tenido que ir a la mansión...no sé que querrá mi padre :S. No tengo idea de cuánto se puede alargar así que no me esperes para hacer ningún plan vale? Nos vemos más tarde! Besos...PD: Ah por cierto, acuérdate de maquillarte el chupetón que te ha dejado Q en el cuello jajaja. Besos"
Se fue.
Bruno: Buenos días señorita Pierce! -dijo muy educado-.
Brittany: Hola Bruno! Ya sabes que me puedes decir Brittany, déjate de formalidades! - le dijo divertida-.
Bruno: Como desee señorita Brittany.
Brittany: jajaja - se río, a pesar de cambiar el nombre el chófer seguía tratándola de usted- No tienes remedio! Venga vámonos, estoy muy nerviosa sabes?...
Bruno: Por supuesto! -dijo abriéndole la puerta del coche a la rubia-.
La limusina se puso en marcha hasta la descomunal residencia Pierce.
Estaban llegando a la urbanización, Brittany se extraño al ver tanto movimiento en un lugar tan tranquilo.
Brittany: Como es que hay tantos coches? - preguntó mirando por la ventanilla-.
Bruno: Debido a la comida señorita.
Brittany: Como? Pero no era un comida familiar? -dijo exaltada-.
Bruno: Es una comida cóctel, su padre ha invitado a compañeros de trabajo, también hay algunos amigos suyos señorita.
"Pff lo que me faltaba, no estoy yo lo suficiente nerviosa por ver a mi padre después de casi tres meses, que ahora me voy a tener que aguantar a toda esa gente snob...algunos de amigos? Ogg pues por supuesto ahí estará el insoportable de Sam..." Pensaba la bailarina mientras se aparcaba la limusina.