Broken Arrow (Keo -Vixx)

Capítulo 30. pt.1

La mañana se torno fresca y agradable. Una pequeña luz de sol se colaba por las cortinas de aquella habitación; el cuarto donde los morenos se amaban con pasión y sin barreras. Un amor inquebrantable y único, lo más cercano a la perfección. Así es como se sentían cuando estaban juntos. Desde el momento en que decidieron unir sus vidas y comenzar la gran aventura de un tierno noviazgo, sus deseos y proyectos de vida se transformaron. A partir del día en que sus labios se unieron comenzaron a ver todo de forma diferente. Cada día existía una nueva oportunidad para sonreírle a la vida y vaya que ellos lo estaban haciendo, no podía haber mejor coincidencia que convivir todos los días con tu amado, el trabajar y compartir experiencias nuevas. Saber que existe alguien a tu costado que te apoyara incondicionalmente, que te levantara en tus momentos de crisis y alentara a sonreír.

Sus cuerpos yacían reposando en la cama del rapero, sin ningún ánimo de querer levantarse. Como ya era costumbre se encontraban acostados en la misma cama, enredados entre sus piernas mirándose fijamente a los ojos. La pobre y desolada cama del líder lucia tan vacía y limpia, de ves en cuando le cambiaba las sabanas por simple ociosidad o cuando le daban sus ataques obsesivos de limpieza. N ya no necesitaba su cama, lo único que necesitaba era dormir y amanecer en los fuertes brazos de Ravi, ahora su lugar favorito para descansar era su pecho.

El rapero llevo una de sus manos al rostro de N que permanecía observándole fijamente sin mencionar palabra, no querían hacer ni el más mínimo movimiento, estaban disfrutando la bella vista de verse reflejados en los ojos ajenos y como el brillo particular que desprendían los hipnotizaba por completo. No podía parar de juguetear con un mechón negro de su cabello y disfrutar como el hombre frente a él fruncía el ceño de forma tierna ante tal acción.

-Buenos días hermoso, no hay nada que me guste más que despertar y verte aquí a mi lado, disfrutando de tu mirada y tu presencia, te amo mucho -le beso de forma rápida los labios y rodeo con mucha fuerza su brazo izquierdo a la cadera del líder.

-Yo también te amo y no importa cuántas veces te lo diga, creo que jamás podre dejar de sentir ese cosquilleo particular al decírtelo -atrapo con sus dientes su labio inferior, buscando de esa forma contener la evidente vergüenza que sentía.

-¿Sabes en que estuve pensando? -inquirió el rapero.

-Mmm... no se dímelo -le sonrió.

-En lo que dijo Hyuk cuando supo que éramos novios -suspiro -. Seria hermoso que tu y yo nos casáramos -su mirada se torno seria, temía ante la reacción inesperada de N.

-¿En... serio? -sus ojos se abrieron al instante y paso saliva nervioso.

-¿Te imaginas?, sería tan lindo que tu y yo nos uniéramos por siempre de esa forma. Poder decir que somos esposos -se sonrojo.

-Ravi... no tengo la menor duda de querer pasar el resto de mi vida a tu lado, por supuesto que me encantaría que nos casáramos -levanto su torso emocionado de la cama y se coloco justo encima del pecho de Ravi, tomándolo entre sus brazos de forma fuerte y llenándolo de tiernos besos por todo alrededor.

-Hermoso ¡Me haces cosquillas! -una risita salió de sus labios -. Primero déjame comprar el anillo y luego te emocionas -hizo puchero y lo rodeo con sus brazos, no quería dejarlo escapar de encima.

Lentamente N bajo su rostro hasta topar con el del rapero, parpadeo unos segundos y lanzo un gran suspiro pegado a sus labios, se relamió los mismos y con mucha cautela tomo los labios ajenos con un gran deseo acumulado. Los ojos de ambos yacían cerrados y sus manos no permanecían quietas en absoluto, necesitaban tocar cada centímetro de sus pieles, asegurarse de complacer y saciar su hambre. El rapero giro de forma delicada el cuerpo del líder sin soltarlo, postrándolo en la cama con mucho cuidado, se alejo de sus labios por unos segundos solo para apreciar de arriba abajo ese delgado y bello cuerpo que tenía a su merced, le brindo una tierna sonrisa y coloco sus manos temblorosas en los botones de la pijama para comenzar a desabrocharlos, él acostumbraba a dormir sin nada arriba, pero N era demasiado friolento y no podía siquiera intentarlo. Le saco la camisa con desesperación y bajo su rostro para depositar un caminito de besos y lamidas por todo el pecho, dejándolo húmedo y fresco. El cuerpo de N se removía de un lado a otro sin dejar quietas sus piernas, las doblaba y estiraba en infinidad de ocasiones, era demasiado sensible ante la boca y lengua del rapero. N llevo una de sus manos al hombro derecho de Ravi y la otra directo a su cabeza, acariciando con mucha ternura su caballera color gris.

-Ahmm te amo -sonriente y con los labios rojizos soltó N.

-Eres mío, solo mío -lo beso de forma apasionada, buscando lo que tanto sus corazones anhelaban, amarse justo en esos momentos.

Día de descanso; oportunidad perfecta para relajarse y disfrutar de unas horas de libertad, de alejar su mente de ensayos, presentaciones y la insoportable presencia del manager. Hongbin se encontraba ansioso colocándose la ropa, justo había salido de bañarse y necesitaba la presencia de Hyuk a su lado. Habían pasado solo horas desde que se alejo de él, que estuvieron en esa misma habitación viendo películas hasta el cansancio, tomados de las manos y acariciándose el cabello en repetidas ocasiones. El pequeño en todo momento estuvo preguntándole sobre cómo se sentía, siendo el esclavo de Hongbin cada segundo, y brindándole tiernas caricias en su espalda frotando por encima de la tela que el doctor le había colocado.

Camino hacia el tocador lleno de recuerdos de la noche anterior, se perfumo y salió sonriente de la habitación, ya eran las 12:00 y sabía que poco a poco comenzarían a salir todos de sus respectivas habitaciones. El castaño bajo las escaleras saltando y de pronto se detuvo por una ligera punzada que sintió en su espalda, debía recordar que aun necesitaba un poco de reposo. Pero como pensar en el dolor, cuando su mente estaba repleta de memorias y recuerdos de Hyuk. Su sonrisa, cabello, tiernos aegyos, atenciones, cada una de las cosas que hacia el rubio por más pequeña que fuera, se reproducía una y otra vez en su cerebro.

"Hyuk... mi Hyuk"