Es de día, la luz entra por mi misera ventana. Desgraciadamente no me he despertado yo sola, sino que han sido los guardias desde detrás de las rejas.
-¡Despierta pedazo de escoria! Tienes visitas.
Aquí la vida es así cada día, la celda es de color negro y blanco y apenas hay cosas, una cama o por lo menos se supone que es eso, un armario con ropa, (la misma una y otra vez) una estanteria con libros y un escritorio con algún que otro lápiz de dibujo.
-¡No te llamo más estúpida, levanta tu maldito culo de ahí de una vez! O puede que prefieras las consecuencias...
-Ni te me acerques cerdo asqueroso.
Ah si, en esta mierda si no hacemos lo que quieren nos "castigan" , ya sé a que se refieren y prefiero que me castiguen de verdad. Me dispongo a salir al pasillo y el guarda me pone los grilletes, los odio son molestos y me hacen daño.
Entro en la fria sala de visitas, es gris y bastante amplia, tiene varias mesas y sillas, y unas largas critaleras que permiten ver el exterior pero aun asi esta habitacion es realmente tétrica.
-Hola- me lo dijo alguien que conozco desde que entre en esa sala, la verdad tengo el fleco tan largo que no veo nada, así que tengo que levantar la cabeza para ver quien era aunque esa voz es inconfundible.
-Nam...Joon...-me ha costado decir su nombre, hacía mucho tiempo que no venía, ultimamente quien venía era Jungkook y Tae Hyung eran muy amables al venir.
-Lamento no haber podido venir a verte pero...
-Ni siquiera tienes por qué venir. No deberías simplemente.
-No digas eso...tú me salvaste la vida.
Cierto estoy aquí por él, hace tres años paso algo que jamás olvidaré...