Capitulo 13

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Julieta

Esto era frustrante, ya ni siquiera me entendía a mí misma. Se supone que debería estar tranquila, mi papá estaba en casa, nadie que quisiera estaba enfermo, Lottie estaba con los mismos enredos de siempre con Matt, y yo y Nick hicimos las paces (luego de la compra de unos veinte libros). Sin embargo, aquí estaba, recostada en la cama de mi cuarto, sola, pensando en porque el ladrón de pacotilla no había aparecido en dos meses, normalmente no pasaba más de dos semanas entre sus robos (y no era que le prestara atención, simplemente lo llevaba por las veces que mi padre se molestaba por sus golpes), lo que nos llevaba a la siguiente interrogante: ¿por qué no aparecía?

Había muchas hipótesis rondando por mi cabeza, cual más estúpida e improbable que la anterior, pero no podía evitarlo, y aunque cada parte racional que aún conservaba me decía que debería estar agradecida y deseando de que él permanezca de esa forma mientras yo este viva, había otra parte, una minúscula todavía, que quería saber las respuestas.

Gruñí antes de levantarme y empezar a caminar de un lado a otro en el cuarto. Esto no era agradable, en absoluto, ¿por qué tenía que importarme a mí si ese tipo aparecía o no? ¡ese no era mi problema!

Unos toques en la puerta hicieron que la observara, bueno, en este momento cualquier distracción era bienvenida.

Caminé rápidamente hacia la puerta y la abrí, mi padre me esperaba al otro lado, sus ojos marrones me observaban un poco extrañados, no podía culparlo, normalmente me limitaba a decir un "adelante" y no abría la puerta yo misma.

-¿Te sientes bien, querida?-Preguntó.

-Sí, claro, ¿necesitabas algo?

-Uhm, me llegó un mensaje de Anne, dice si queremos ir a tomar el té con él y Nicholas, ¿Qué le digo?

-De acuerdo, me parece una excelente idea-Dije.

Nada mejor que una reunión con mi mejor amigo para volver a la normalidad.

***

-Por favor, Nick, sólo una canción-Pedí por lo que creía era la quinta vez.

-Jules, no quiero-Rezongó él.

-Por favor, por mí-Dije, mientras ponía la cara más dulce de la que fui capaz.

Nicholas me miró por un par de segundos antes de suspirar y empezar a ponerse de pie, ¡Ja!, gané.

Vi a Nick caminar hacia el gran piano negro que había en medio del salón. Hasta el día de hoy seguía sin entender la razón por la que a Nicholas no le gustaba tocar el piano, especialmente cuando era excelente en ello. Sin embargo existían situaciones como esta, en las que Nicholas cedía un poco y tocaba una que otra pieza.

Me reacomodé en el sillón donde estaba mientras veía como mi mejor amigo se sentaba en el banquillo que había frente al piano, levantó la tapa y pasó delicadamente sus dedos por un par de teclas blancas.

-Entonces, primor, ¿Qué quieres que toque esta vez?-Preguntó, sus ojos azules mirándome con diversión.

Lo pensé un momento, debía elegir cuidadosamente, porque no sabía exactamente cuando sería la próxima vez que él me dejara escucharlo.

-Suites inglesas-Dije finalmente.

-Bach, claro, debí suponerlo-Dijo antes de empezar a deslizar sus dedos sobre le teclado del piano.

Los dedos de Nick se movían rápidamente sobre las teclas blancas y negras, nunca había logrado comprender como era posible que recordara las canciones de piano a la perfección.

Me dediqué a observarlo, se veía tan relajado y cómodo que la pregunta de por que no tocaba más a menudo invadía mi mente de nuevo, pero lo dejé pasar, él nunca había querido decirme las razones y debía respetar la poca intimidad que le proporcionaba.

Ya había perdido la cuenta de las veces en que habíamos estado en esta situación, de niño más que de adulto, y no podía evitar pensar en lo que ocurriría si él dejara que alguien más lo escuchara, sabía que las chicas se iban a volver locas por él, bueno, más de lo que ya estaban.

Su rostro se veía concentrado a pesar de todo, como si estuviera pensando en algo importante mientras tocaba, y era en momento como esos en los que me preguntaba que cosas podían cruzar por su mente. Nicholas tenía cientos de caras, algunas agradables y otras no tanto, él podía ser el mejor hombre del mundo o el peor, y una parte de mí me decía que estuviera agradecida de que él quisiera tratarme bien, siempre dándome su sonrisa y complaciendo la gran mayoría de mis caprichos.

El ritmo de la canción cambió, ahora era más lento y tranquilo, una melodía que era capaz de hacerme soñar con hermosos y tranquilos paisajes y con un sol cálido dando contra mi cara.

Subí mis pies al sillón y me recosté en él, mis ojos incapaces de perder de vista a Nick, a pesar de que mis parpados me rogaban cerrarse para poder imaginar completamente un escenario concorde a la música.

En algún momento terminé por ceder y mis ojos se cerraron, la imagen de un bello lugar que nunca había visto se coló en mi mente, era de noche, la luna brillaba y las estrellas la acompañaban, un par de ojos azules escondidos detrás de un antifaz negro me observaban con tranquilidad.

Abrí mis ojos de golpe, esto no estaba bien, en ninguna dimensión posible, esto era lo más incorrecto que había hecho en mi vida, no podía estar pensando esto seriamente, no importaba por donde lo mirara no era normal, él no se iba a adueñar de mi cabeza, antes muerta que permitirlo.

Me enderecé, Nick seguía tocando como si no hubiera notado mis reacciones, esta era otra cosa que pasaba cuando él tocaba, se envolvía en una burbuja en la que nadie tenía permitido el paso.

La melodía ahora era baja y nostálgica, tanto que mi corazón lloraba.

Él siguió tocando por un rato más antes de que la canción terminara, y una vez que esto pasó unos aplausos sonaron antes de que yo siquiera pudiera moverme. Nick y yo movimos nuestras miradas hacia la entrada del salón, nuestros padres aplaudían, un par de brillantes sonrisas pegadas en sus rostros.

-Fue hermoso, Nicholas-Dijo mi papá.

-Gracias, Rick-Respondió con una sonrisa.

Sabía que hubiera dicho algo más, pero Anne lo abrazó lo suficientemente fuerte como para llegar a dudar de si lo dejaba respirar.

-Mi pequeño, no tocabas el piano hace meses.

Escondí una sonrisa cuando vi que Nick rodaba los ojos, él podía adorar a su madre, pero no era exactamente el fan número uno de las demostraciones de afectos, al menos maternales, en lo que se refería a novias, bueno, él nunca había querido tener una, así que no sabía como era de esa forma.

Y lo admito, tenía un poco de curiosidad.

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Hola!!!!!!!!perdón por la tardanza pero no pude subir antes, espero q el cap les guste ^^

Perdonen las faltas de ortografía plissssss, voten, comenten o lo q quieran.

Nos vemus XD




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