CAPITULO 1

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Si da otro paso seguro moriré, mejor doy la vuelta y regreso a mi asiento a meterme de lleno en ese libro de biología.

¿Quién es? – le hablo a mi cerebro.

¿Porque entra a la escuela con 3 meses ya de haber comenzado a dar las clases?, ¿Por qué rayos entra así como si fuera la gran cosa?

-¿Estás viendo lo mismo que yo?

-Oh!, hola David, me asustaste; y si, si estoy viendo lo mismo que tú.

-Ríe- allá van las queridas amigas tuyas tras él.

-¡ay por favor! Deja esos tontos juegos para después, son unas lanzadas de primera clase, ojala él no les prestara nunca atención.

-¡Vaya, vaya! Emily Daniels, hablando como una pobre resentida; cuidado se te chorrea la baba de tanto verlo.

Quise voltear para responderle con un gran puño en su brazo, pero David ya se había ido de mi lado.

-Bueno jóvenes siéntense y dejen el desorden, es tiempo de dar la clase de biología y tenemos un compañero nuevo a quien presentar-

-Ven joven acércate, y coméntanos, ¿quién eres? ¿Cuántos años tienes? y ¿de dónde eres?.

-De causalidad no le gustaria saber si estoy soltero, si beso bien o bailo genial –haciendo un pequeño movimiento con mis caderas-

Toda la clase se echó a reír de las payasadas del zopenco engreído ese, pero ¿Por qué razón?, solo lo hace para llamar la atención, típico niño sin amigos, que busca caerle bien a la gente por medio de burlas que no llevan a nada positivo.

-haber joven, cuidado con lo que dice o hace, puede ser nuevo, pero esta escuela tiene normas las cuales tiene y debe cumplir al pie de la letra, o que creyó que por ser nuevo ¿no lo puedo echar?.

Toda la clase, se reía y chuleaba a excepción de David, el es tan parecido a mí que seguro todo le pareció patético y poco original.

-Solo es gracia profesor no le veo nada de malo; ¿puedo responder?

-Sí, adelante.

- Soy Derek Thonson, tengo 19 años, y si, no se sorprendan, tengo 19 y hasta ahora terminare el 11 grado de bachillerato, y soy de aquí de california.

-Ya, puedes sentarte jovencito, y que esto no se vuelva a repetir.

Me estresa mirarlo, pero es tan guapo, es muy lindo; sí, sí, eso mucho más... es... es tan oh dios, vaya! Se está, se está acercando a mí...

Enterré mi cabeza en el pupitre, deseando que por favor no me dirigiera la palabra, quería mantenerme así, distanciada de él, no sé porque, no lo conozco, pero él no me da buena espina con ese peculiar comportamiento de querer llamar la atención y supongo que no quiero que llame la mía... pero que cosas pienso, me tiene que dar igual que me hable o no, además no se ha terminado se acercar y ni si quiera sé si hablara conm...

-¡Ey que te pasa!, me acabas de lastimar, aparte ¿no ves que mi bolso está ahí?.

-Lo siento, pero no creo que valgas más que nadie en este salón como para ocupar 2 sillas o ¿sí?

-No, no, claro que no es así, pero como te puedes dar cuenta, cabeza hueca, todos los asientos están ocupados y esta silla la tome cuando todos ya se habían sentado, puse mi bolso y acomode mis piernas, como para que ahora un recién llegado con baja autoestima, me venga a tirar las piernas al piso al igual que mi bolso.

-¡Ouch! Esas palabras dolieron mucho.

-¿y?, ¿me tiene que importar eso?

Tiró mis piernas, ese imbécil, tiró mis piernas al suelo junto con mi bolso, que le costaba decir que le diera un permiso o que se yo, y aparte me deja toda enfurecida y con la palabra en la boca, ahora sí que no se merece que ni lo voltee a ver, que cosa tan horrorosa con ese tipo.

----- A la mañana siguiente----

Desperté 5:00 am, lo primero que hago es mirar mi celular, ¡Oh vaya! Un mensaje a esta hora, y un número desconocido que raro, abro el mensaje.

"Eres una enferma mental al....

Es mi primer libro y estoy tan emocionada, ojala te guste mi querida o querido lector.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2015 ⏰

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