Capítulo 22

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1 mes después...

Salía del instituto como otro día cualquiera, hoy me dieron el resultado del anterior examen de matemáticas, del que tenía tanto miedo. Resultó ser que saqué un siete y medio, la nota más alta... No es que estuviera acostumbrada a este tipo de nota pero bueno, me alegra saber que he aprobado.

Hacía viento y llovía de cojones, y para colmo se me olvidó el paraguas en casa. Me coloqué la capucha y decidí darme la máxima prisa posible para no llegar demasiado empapada a casa y que no se me mojasen los libros ''Allá vamos...'' Susurré y me dispuse a salir de la entrada del instituto. Salí corriendo, los truenos se podían escuchar cada vez más cerca y la lluvia se intensificaba. Caminaba por las calles oscuras de Madrid a toda prisa, era consciente de que la gente me miraba raro, esta acostumbrada, llevan mirándome raro toda la vida. Mi timidez aparecía y me sonrojaba al sentir todas las miradas clavadas en mi, pero intentaba no darle importancia y seguir mi camino a casa. 

Los coches pasaban a toda velocidad por las carreteras mojadas de la ciudad, salpicando a su vez por los charcos que formaba la intensa lluvia. Más de un coche me salpicó, pero a mi lo único que me importaba era mi mochila y mis libros. 

Las luces de los semáforos eran lo único que alumbraba las calles, ya que el cielo estaba cubierto de nubes y la niebla tampoco ayudaba. Aún me quedaba un largo camino por llegar, además que aún no me he quedado muy bien de cómo llegar a mi casa y por eso suelo poner Google Maps, pero olvidé mi móvil en casa. Tenía el pelo y la ropa empapada, sólo quería llegar a casa y secarme. Uno de los semáforos estaba en rojo para los peatones, pero no pasaba ni un alma y yo tenía prisa. Miré a ambos lados de la carretera y no vi nada, así que coloqué de nuevo mi mochila correctamente en la espalda y me dispuse a cruzar. En medio de la carretera, el sonido del claxon de un coche me hizo girar la cabeza hacia la izquierda, y lo único que pude ver fue unas luces avanzando hacia a mi rápidamente mientras el claxon no paraba de sonar. Cerré los ojos y me tapé la cara con las manos. Esperé como 5 segundos, pero cuando comprendí que no me había pasado nada, empecé a abrir los ojos miedosa, y finalmente aparté las manos de mi cara y me encontré con lo que me esperaba desde el primer momento en el que escuché el claxon, un coche a centímetros de mi, el cual ahora estaba parado. La puerta se abrió y de ella salió una chica con el pelo corto y azul, a penas podía describirla bien por la niebla y el miedo conjuntados. 

-¡¡PERO A TI QUE TE PASA!! ¿¡¡NO SABES DISTINGUIR LOS SEMÁFOROS O QUE!!? -Gritó enfadada la chica.

-Yo... -Miraba al suelo, reprimiendo las ganas de llorar- No me di cuenta... Yo, lo siento mucho...

-¡¡PODRÍA HABERTE MATADO!! -Siguió ella.

-Lo se... Lo siento mucho... -Levanté la vista y me di cuenta de que toda la gente de la zona me observaba con mala cara, sentía un odio hacia a mi misma increíble- No volverá a pasar...

Volví a colocar la mochila en condiciones, cerré los ojos, suspiré y volví a caminar.

-Y se va tan tranquila... -Dijo la chica del pelo azul.

Me giré, y no pude más. Necesitaba soltar la ira que sentía, comencé a llorar y grité

-¡¡TE HE DICHO QUE LO SIENTO!! ¡¡NO HACE FALTA QUE ME MACHAQUES MÁS!!

La chica se calló mientras permanecía fuera del coche y yo salí corriendo de aquel lugar sin mirar atrás mientras lloraba. Se había pasado conmigo, sí, lo hice mal y crucé cuando no debía, pero tampoco es para machacar a alguien. Me sentía mal, tenía frío y estaba cansada, encima estaba perdida por las calles de Madrid y llovía. Me metí en un callejón y me paré a pensar un momento. Me refugié en un pequeño portal y me senté en el pequeño escalón que había. Cubrí mi cara con mis brazos mientras me apoyaba en mis rodillas y comencé a llorar, ¿Por qué siempre a mi? ¿Por que yo? ¿Por qué me pasa siempre todo lo malo? No lo entiendo.  El frío rodeaba mi cuerpo, recordé a mi mochila, la cual revisé por dentro y noté cómo algunos libros se estaban mojando ''Mierda... Lo que me faltaba...'' Me recogí el pelo haciéndome una cola, me resultó difícil ya que éste estaba empapado, al igual que toda mi ropa. 

La elección perfecta. (ElRubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora