War of Guardians

Capítulo 1: El Salón

Era una sala de planta circular que refulgía en dorado, con columnas barrocas, techo abovedado y una enorme lámpara de araña. El aire perfumado despedía clase y la suave música de cámara hacía bailar a los presentes en un vals perfectamente sincronizado.

¿Pero qué narices hago aq...?

Un chico, al girarse, detuvo mis pensamientos y mi respiración: Era alto y se le notaba esbelto gracias al esmóquin que llevaba. Con su pelo rubio bien arreglado, los ojos del verde brillante de las bolas navideñas y la nariz achatada cubierta de pecas, esbozó una brillante sonrisa que me invitaba a acercarme.
Justo cuando mi línea de pensamiento se dirigía hacia cómo podía haberme causado tal efecto un chico -ya no soy una adolescente víctima de las hormonas-, di un paso hacia él y el mundo se detuvo completamente: igual que todas las mujeres del salón, llevaba un enorme y pesado vestido con cancán que parecía recién sacado del S. XVIII. Rosa y malva, y lleno de ribetes y puntillas.

El mundo se detuvo porque me acababa de morir del asco.

- ¿Pero qué mierdas...? - agarré el vestido con toda la furia del Universo, como queriendo estrangularlo o sin el como, lo que hizo que el chico de antes se me acercara riéndose.

¿Cómo hará la gente que baila para evitar estrellarse contra nosotros mientras da vueltas? ¡Estamos en mitad del salón!

- Hola, me llamo Lucas - sonrió. Lo que me faltaba, su sonrisa también era perfecta -  ...¿Lara? Lo mínimo es presentarte, ¿No?

Oh, mierda.

- Estaba... Pensando, perdón - Claro que sí, Lara, es una excusa súper buena para cuando te quedes embobada mirando a un chico que seguro que está acostumbrado a que las chicas se queden embobadas mirándolo... Eh, espera. ¿Ha dicho Lara? - ¿Cómo sabes cómo me llamo?

¿Y para qué quieres que me presente, entonces? Si serás penco...

- Ah, eh... Claro, eso... Que cómo lo sé - Se rascó la nuca -... Bueno, en realidad...

- Muy bien, Luke. Eres un campeón. ¿Sabes qué acabas de hacer? - Dijo una voz por detrás del rubio. Acababa de aparecer otro chico. Este tenía el pelo castaño y los ojos de una especie de... Nah, serán las luces del salón, pensé, quitándole importancia.

- Tío, Marcos, ¡acabas de mearle encima a tu "precioso y genialmente estructurado" PLAN DE MIERDA! - le respondió Lucas, con una emoción exagerada que no supe decir si era fingida.

Entonces me fijé mejor en el recién llegado: era más alto que el otro y se le notaba bien definido, pero lo más sorprendente (Aparte de esos ojos que me negué a mirar) era que llevaba ropa normal. Sí, suena estúpido, pero todo el mundo llevaba trajes de época en ese salón.

Y a nadie le parecía raro.

- Vale, estupendo, si no hubieras aparecido ahora, podría haber salvado el culo. Gracias, Marcortito de Entendederas - refunfuñó Lucas -. Y ahora, ¿qué?

- Ah, no sé, llegados a este punto, ¿y si seguimos tu plan de retrasado mental que sólo conseguirá despertarla?

Des...

Todos los presentes se detuvieron. La música paró.

- Mira, hermanito, me parece muy bien que te cabrees conmigo porque es mi objetivo diario, semanal, mensual y anual, pero deja-de-CAGARLA.

- ¿CAGARLA, YO? ¡Si me hubieras hecho caso y hubieras ido a hablar con Alexandra, esto no estaría pasando!

Estos chicos van a acabar a puñ... ¿Qué pinta Alex en todo esto?

Los bailarines volvieron a moverse, pero no despegaban los ojos de nosotros. La lámpara, justo sobre nuestras cabezas, se balanceaba ligeramente. ¿O era cosa mía?

- Se nos acaba el tiempo, se está espabilando y debe ser ya la hora de levantarse - Dijo el moreno con urgencia.

- Lara, mira, este es Marcos, y debes confiar en nosotros - Lucas solapaba unas palabras con otras con nerviosismo, la lámpara se balanceaba cada vez con más violencia y la gente bailaba más rápido y cada vez más cerca de nosotros-. Dentro de poco...

No pude más y le corté:

- ¿Despertarme? ¿Es que estoy soñ...

La gente paró de repente, el techo estalló y la enorme lámpara se desplomó sobre mí.

Hola, me llamo Lara. Y así empezó mi historia. Bueno, y también la de Marcos, Lucas y Lexa. Pero de ellos ya os iréis enterando.