La habitación estaba oscura, solo la iluminaba la luz de la luna que entraba por la ventana entreabierta, era Septiembre y aún hacía calor, la luz se ajustaba a aquellos dos cuerpos que estaban en la cama.
Uno color canela y otro blanco como la nieve, que estaban juntos sin espacio entre ellos.
No había ruidos en aquella habitación, solo las respiraciones agitadas de aquellas chicas que disfrutaban de sus cuerpos.
La rubia subía una vez más por el vientre plano de aquella latina, dejando besos por donde pasaba hasta llegar a su cuello, su mano seguía perdida justo en el centro de la chica que tenía debajo.
- No pares...- pidió la morena entrecortada por la agitada respiración-.
- No lo voy a hacer...- le dijo acariciándole el pelo-.
- AAh...-gimió mientras arqueaba su cabeza hacia atrás al sentir lo cerca que estaba de su clímax.
- Eres preciosa, no me canso de mirarte...-dijo mientras aceleraba sus movimientos-.
- Jo- DEER!! - dijo al notar como una corriente eléctrica se apoderaba de todo su cuerpo.
- Te ha gustado eehh...-dijo con picardía mientras se colocaba de nuevo entre las piernas de la morena-.
- No te cansas? - le preguntó aún agitada, al ver por dónde iba la rubia-.
- Contigo jamás me podría cansar...- dijo dándole un beso en los labios-.
- No hables si? Esto es sexo, así que vamos hacerlo y dejarnos de tonterías.
- No sabes como me gusta escuchar eso...- dijo con su cara traviesa a la vez que empezaba sus movimientos de adelante atrás junto con las caderas de aquella chica que la volvía loca-.
- Más rápido...- pidió cogiéndola por la cadera-.
- Como tu mandes...
- Mmm - decía mordiéndose en labio inferior-.
- Me gustas tanto...
- Calla...- le mandó-.
Pudo sentir como de nuevo se formaba ese cosquilleo en el bajo vientre, preludio de lo que estaba por venir...
- Ven aquí...- dijo al latina atrayendo el cuerpo de aquella rubia de ojos azules, la abrazó por el cuello, cerró los ojos con fuerza y le olió el pelo, aquel olor a frutas...
Aquello fue lo que necesito para llegar a un nuevo orgasmo que la hizo volar.
- BRITTANY!!! - gritó desde lo más hondo de su corazón-.
...
Esa mañana, Brittany llegaba en avión desde Los Ángeles, el verano había terminado y debía volver a Nueva York para presentarse como posible candidata a la beca que se le concedía a un estudiante de cada curso, pensó en llegar unos días antes, pero el trabajo se lo imposibilitó así que llego con solo un día de adelanto.
El viaje en avión fue movido, había una tormenta y las turbulencias fueron fuertes, todo el mundo estaba tenso y asustado, todo el mundo menos la rubia. Ella era la única tranquila, estaba mal y lo veía todo negro, su futuro se tambaleaba ante sus ojos, según ella ya no tenía nada que perder, por lo que unas simples turbulencias era la cosa más simple en su vida
"no puedo creerlo...después de tres meses...estoy volviendo..." se decía la bailarina.
- Señoras y Señores abróchense los cinturones, vamos a aterrizar en Nueva York en 15 minutos. - aquella voz que salió del altavoz la distrajo de sus pensamientos, aquella voz y una mano atrevida que se cogió fuerte a la suya.
