Brittany al ver como el baile de Santana terminaba, rápidamente se hizo paso entre todos los bailarines agolpados allí para ver el baile, y salió corriendo de la academia, tenía un extraño miedo a volverse a encontrar con ella, el fugaz encuentro que habían tenido le había servido para darse cuenta de que no había podido olvidarla.
Se fue escaleras abajo, corriendo, todo pasaba rápido a su alrededor y no se paraba a ver nada, salió de nuevo a la calle. Pero esta vez iba sin rumbo fijo, no le importaba llegar al metro, o perderse, simplemente quería correr y que se le pasara ese nudo en el estómago desde que había visto a Santana. Un coche estuvo a punto de atropellarla al salir de la academia, pero ni eso consiguió sacarla de su mente...
Conductora: Pero mira por dónde vas!!! -le gritó cabreada-.
Se chocó con varias personas, pero no paró ni a disculparse, una terrible desesperación la movía y solo quería alejarse más y más de la academia. Debía prepararse mentalmente para volver a verla, aquella latina conseguía moverle y ponerle patas arriba todo su mundo.
Estuvo corriendo a toda velocidad por veinte minutos seguidos, hasta que poco a poco fue parando, ya notaba como le faltaba el aliento, y sus piernas empezaban a flaquear. Se agachó apoyada en sus piernas, y sin previo aviso, casi sin poder controlarlo las lagrimas hicieron acto de presencia. Pero rápidamente se las seco y volvió a su postura.
Al levantar cabeza vio que había ido justo a parar delante de una juguetería..."Juguetes, mis hermanitos...los hecho tanto de menos..." Como si de un impulso se tratara entró allí buscando por su cartera a ver si llevaba suficiente dinero. Si compraba esos juguetes, esa semana debería prescindir de algunas cosas, pero no le importo, fue directa a la zona de peluches, y compro dos gigantescos para sus hermanos.
Vendedor: Ha escogido unos muy bonitos señorita...
Brittany: Gracias, son para mis hermanos hace mucho que no los veo -dijo con unja sonrisa triste-.
Vendedor: Pues espero que les gusten, son 45 dólares los dos.
Brittany: 45?? - dijo al escuchar el precio y rebuscando en su cartera algo sonrojada- Disculpe señor, podría cambiarlos por unos más pequeños? - dijo avergonzada, no llevaba suficiente dinero-.
Vendedor: - la miro con una sonrisa tierna- Nada de eso, mire le voy a hacer una oferta se lleva los dos por el precio de uno que le parece?
Brittany: Oh, gracias, pero no me gustaría aprovecharme...
Vendedor: Nada de eso señorita, venga deme solo 22 dólares, y vaya a ver a sus hermanitos - dijo el viejito de la tienda-.
Brittany: - lo miró agradecida- Muchísimas gracias, si hubiera más gente como usted en el mundo todo iría mejor! - le dijo dándole el dinero-.
Vendedor: jeje gracias, niña, venga ve a verlos solo estás perdiendo el tiempo aquí - sonriente-.
Brittany se despidió y fue directa al colegio dónde estudiaban sus hermanos, sabía que allí daban clases extraescolares en verano, y estaba segura de que los iba a encontrar allí.
Estaba tan emocionada de volverlos a ver de nuevo.
Santana entro directamente al baño...
Santana: Sabía que te encontraría aquí...tengo que hablar contigo. - dijo seria-.
Rafael: Santana, no puedes estar en el baño de hombres - dijo sorprendida al verla allí plantada-.
Santana: oh y que vas a hacer? Sacarme de los pelos? O darme un bofetada por niña mal? Ah no eso se hace cuando eres pequeña...y espera un momento! Tu no estabas - dijo como si estuviera atando cabos sueltos-.
