Leal. [[ Incompleta ]] ( #wattys2016 )

sinopsis.

Observaba claramente como la espesa niebla se apoderaba de toda la habitación, grande neblina color gris salía desde diferentes lugares con el único propósito de invadir por completo la habitación.
Sentada en mi cama esperaba miedosa el momento en el que el seguro de la puerta fallara y esa figura alta y oscura logrará entrar en la habitación una vez más, y así fue, no tardó cinco segundos en los que el seguro falló y la puerta destrozada salia volando por todos lados.
Ante mis ojos, una vez más, apareció aquella figura de un hombre, alto y oscuro, vestido al completo con prendas de cuero.
Aquel hombre invadió la habitación mientras yo sólo observaba la escena desde mi lugar. No me movía, ni mucho menos hacia ruido, rogando así que el no notara mi presencia, pero no fue así, claramente aquella figura oscura venia en busca de algo, venía en busca de mí.

Los latidos de mi corazón incrementaron en el momento en el que aquel hombre se posó enfrente de mi cama, a tan sólo pocos metros de mí, portaba un casco negro, muy parecido a aquellos casco de la era de los castillos, cuando todavía se usaban las armaduras. Aquel casco le cubría la mayor parte del rostro menos los ojos, aquellos ojos que me permití en lo que yo pensaba, mis últimos momentos de vida, observar sin censura alguna.  Aquellos ojos eran dos grandes esferas grises llenas de brillo, un iris completamente delineado por una fina capa de color negro, delgadas líneas grises bordeaban de centro a centro el interior de sus ojos, y una mancha café en su ojo izquierdo hacia que inconscientemente recordará unos ojos exactamente iguales, unos ojos que veía cada día de mi vida al observarlos en espejos.
Mis ojos.
Aquel parentesco con ese misterioso hombre hacia que cada vez mis nervios crecieran más.

Aquella figura posada en frente de mi empezó a acercarse cada vez más, lentamente subió en la cama de rodillas y gatenado encima del colchón fue cerrando la poca distancia que nos separaba. Asustada y ya con el pulso al máximo cerré fuertemente los ojos mientras sentía como la mano descubierta de aquel misterioso hombre rozaba suavemente mi mejilla.
Una lágrima rodó por mi rostro pero inmediatamente como callo, él la secó con un movimiento extremadamente delicado, aquel acto me proporcionó un poco de seguridad y contando hasta tres decidí abrir los ojos. Al abrirlos sólo podía observar oscuridad, no veía nada a mi alrededor, podía sentir la cama y el colchón debajo de mi, podía oler el olor de esa neblina gris que aún rondaba en la habitación, también podía sentir el cuerpo de aquel hombre que aún seguía a escasos milímetros de mi.  Una suave brisa recorrió mi espalda al sentir el aliento de aquel hombre rosar mi oído derecho.

- no tengas miedo, yo estoy aquí para protegerte, siempre estaré.

Y luego de aquellas palabras ya no sentía nada, todo quedó en silencio, todo quedó en oscuridad.