The Perfect Gift [DongHae/Tú] ¡Próximamente se Reanuda!

Los chicos de ahora

-¡No! Dios ¡por favor! ¡Que alguien lo ayude! Resiste, se fuerte, aguanta un poco más-gritaba mientras mis lágrimas caían sin cesar, manteniendo en mis brazos a ese molesto chico que conozco desde hace años, mis manos y mis prendas estaban manchadas de su sangre.

-Prometeme algo..-lo escuche hablar con una voz muy debil.

-Prometerte? Esta bien, dime-con su mano me hizo una seña de que me acercara a él.

Ya una vez cerca tomó mi rostro y posó sus labios contra mi oido, al oir sus palabras un nudo se formó en mi garganta, me aleje intentando procesar mis palabras "adiós" lo escuche susurrar y lo miré cerrar sus ojos.

-Oye...¡Hey!-lo sacudía con fuerza-¡Despierta! ¡Vamos despierta!

-¡Despierta ____! Se nos hará tarde para ir a la escuela.

Mi hermano abrió las cortinas de mi habitación dando paso a la luz del día, pegando los rayos del sol en mi cara.

-¿Eh?

-Vamos duchate, cambiate o has lo que tengas que hacer pero tenemos que irnos ya-Todo fue un sueño, parecía tan real-y limpiate la baba de tu cara.

-¿Qué?-tome el borde de las sabanas de mi cama limpiando mi mejillas rápidamente, mi hermano cerró la puerta de mi habitación una vez que salió.

Gire a ver el otro lado de la cama ¿Ya se fue? Pensé, me apresuré a levantarme poniendome en marcha para arreglarme, iniciando a cantar, mi vida era perfecta, desde que finalmente toda esa pesadilla cesó, vivo plenamente, con mi hermano KyuHyun y mi mamá, aunque bueno mi mamá se encuentra ahora en Los Angeles por trabajo pero de vez en cuando viene a visitarnos a mí y a mi hermano.

Ya una vez que acabe bajé por las escaleras, dirigiendome a la cocina para desayunar algo encontrandome con...Lee DongHae el mejor amigo de mi hermano, se giró a verme, noté como paseaba su mirada por todo mi cuerpo esbozando una estupida perfecta sonrisa.

-Que bien te ves hoy princesa-como odiaba que me llamara así, desde que lo conozco siempre me dice de esa manera y por más que le diga que se detenga, nunca me hace caso.

-Como sea-tome uno de los platos hondos limpios de los trastes y agarré leche de la nevera, al buscar ahora mi cereal favorito ví que ese tonto lo tenía en manos-¡Hey! ¿Quién te dio permiso de comer eso?-le arrebate la caja de sus manos, el sólo mantenía su sonrisa.

-Vamos chicos luego se ponen a discutir-dijó KyuHyun.

-Sí señor-dijimos ambos al unísonido, tomamos nuestras mochilas y salimos de la casa.

Lee DongHae no hay día que no venga, con el auto que sus padres regalaron nos lleva al colegio todas las mañana, hace unos 10 años desde que se mudó a la casa de enfrente mi padre nos mando a mí y a KyuHyun a darles la bienvenida y así fue como estos dos chicos se hicieron amigos del alma, y compañeros del Americano, es el deporte favorito de ambos y se dio la casualidad de que practicaran en el mismo equipo, DongHae desde el primer momento que nos conocimos se me queda viendo haciendome sentir íncomoda la mayoría de las veces, yo intento ignorar eso, pero hay veces que cuesta hacer como si nada pasara.

-¿Ya están listos?-Hablo DongHae ya en el volante.

-Sí, así que ya conduce-le contestó KyuHyun.

En todo el camino al colegio, DongHae me miraba por el retrovisor del auto cada que podía, yo sólo escuchaba música de mi celular, hasta que finalmente llegamos, cuando estos dos chicos salieron del automovil, al instante las chicas fijaron su vista en ellos, comiendolos con la mirada.

No se podía negar que Kyu y Hae eran dos de los chicos más deseados de toda la escuela, mejoraban la vista de todas las chicas pero tienen la reputación de ser unos "mujeriegos busca cuevas en donde meter la trompa" y claro que no se equivocan con ese título, mi hermano veía a las mujeres como un objeto para pasar el rato y nada más, mientras que DongHae, bueno él todo un caballero a comparación de Kyu pero no quita el hecho de que también se acuesta con cada chica que le menie el trasero.

-De verdad que todas las chicas te envidian.

-¿Mmm?

-Hey, llamando tierra _____, podrías escucharme.

-Oh perdón Eun Jung ¿Qué me decías?

-Te decía que todas las chicas te envidian, ya quisieran llegar todos los días con ellos dos.

-Creéme no es tan bueno como parece, siempre ponen a Cartel de Santa y aun más la canción de "ven" y la terminan cantando a todo púlmon-las dos reímos.

-Oye, Hoy tú hermano íba hacer una fiesta en tu casa ¿No?

-Sí cierto ¡La fiesta!

-Sí y también irá Jessica, escuché que tiene el plan de conquistar al guapisimo y deseado DongHae.

-¿No se rinde?-desde hace un tiempo que Jessica hace todos esos intentos fallidos de ligar a Hae, desde que esos dos tuvieron un acoston de una sola noche, después de ser mi enemiga desde muy pequeñas, ella no lo dejaba en paz.

-Pues ya ves-en ese momento sentí una mano fuerte apretujar mi trasero.

-Mmm...Tan suave y redondo como siempre-ronroneó DongHae a mis espaldas.

-¡Quita tu mano de allí!-me moví rápidamente, incorporandome al lado de Eun Jung.

-No deberías de ser tan egoísta, deberías de aprender a compartir más de lo tuyo-Aparecio una ciníca sonrisa en su rostro.

-Aish ¿Qué no tienes clases?

-Claro pero no puedo estar tranquilo y sentarme a calentar la banca sin saber si estarás o no presente en la fiesta de esta noche.

-Que este allí o no, no es de tu incumbencia, así que si me permites, tengo unas clases a las que tengo que asistir.

-Sí lo es, soy el mejor amigo de KyuHyun que por cierto no lo encuentro desde que aquella chica rubia con dos grandes talentos le hablo-genial, una de las últimas cosas que quiero saber es de la vida sexual de mi hermano-y por esa razón, más la razón que te conozco desde que tienes 6 años, es completamente de mi incumbencia.

-Bien...sí íre a la fiesta-dije rendida, bueno en realidad no quería ir, estaba planeando mejor irme a la casa de Eun Jung a ver unas películas, pero las ganas de ver a Jessica fallar de nuevo son aun más grandes.

-¡Fantastico! Entonces te veo en la fiesta, tengo algo que mostrarte, si no estas entonces te acosaré más de lo que ya lo he hecho.

-¡Igh! Vale vale estaré allí, en verdad no es necesario que llegues a tales extremos.

-Bien, entonces hasta la noche-esbozó una sonrisa de comercial, finalmente dando media vuelta y alejandose de nosotras, ¿Qué me quera mostrar? Será una pregunta que no me podré sacar de la cabeza por un buen rato.