Necesito que alguien me diga que me estoy equivocando.
Es todo tan imposible,
que tengo miedo de luchar por ello.
Escucho a mi propio fantasma reírse, el recuerdo vago del dolor y la ilusión... ¿sé acaso más que en ese entonces?
Miro sus manos,
después miro las mías,
y llega ese deseo innecesario de querer unirlas.
Ese deseo instantáneo de saber el futuro,
adelantar el error
o el acierto justificado.
Oh mierda...
esto ya ha ocurrido,
nos estamos encasillando...—M.
ESTÁS LEYENDO
El Año De Los Fugitivos
Non-FictionSólo el día a día de una chica normal en el peor año de su vida. ¿Conseguirá escapar de sí misma? Copyright © 2014, 2015. Todos los derechos reservados.