El C.L.S.S.

Prólogo: El C.L.S.S.

  Solíamos llamarnos ''C.L.S.S.''(comunidad de lectores superiores a la sociedad)aunque para el resto de la clase solamente éramos los raritos. Nunca los comprendí. No pensaban como nosotros. No sabían apreciar el placer que es pasar de página y sumergirse en un mundo que está muy lejos de la realidad.

  Por cierto, me llamo Lisa. Cuarta y última integrante. Fernanda quien actualmente es mi mejor amiga fue quien me unió a el. La conocí en una biblioteca. Niña pecosa y de cabello pelirrojo. Me empezó a hablar, era algo frustrante, aquella niña no me dejaba en paz. La encontraba cada vez que iba en busca de un libro. Al principio no entendía si me seguía o prácticamente vivía en la biblioteca. Pronto me dí cuenta de algo, compartía la misma pasión mía: La Lectura.

  El día que me uní a ellos, (C.L.S.S.), supongo que fue el más feliz. Todavía recuerdo todas esas tardes juntos. Dentro de todo por aquel entonces en la vida de todos no había problemas excepto uno. LA ESCUELA.

  La escuela nos resultaba problemática porque nuestros compañeros nos excluían del grupo, según ellos eramos ''DIFERENTES'' .Yo me considero muy normal, me gusta leer, escribir , me gustan el cole...Me considero bastante normal, bueno.., algo.

  Ahora bien volvamos al tema, los integrantes eramos y seguimos siendo cuatro: Fernanda, Juli, Malena y yo. Muchas veces nos juntábamos en la casa de alguna y jugábamos u organizábamos competencias.

  Un día, que nos escapábamos de nuestros compañeros, para tratar de escondernos de ellos fuimos a un lugar secreto nuestro. Ahí íbamos con Malena, Fernanda y Juli, corriendo de los pesados de nuestros compañeros. No se porque nos tratan así. Son gustos, nos gusta leer, ¿Qué tiene de malo? Bueno, llegamos a la biblioteca, jamás nos encontrarían allí. Ese olor a viejo, los colores amarillentos de los libros, el polvo de varios años acumulados... Nadie venía aquí, sólo nosotras. La biblioteca ya estaba muy gastada, vieja y rota que no creo que sepan de su existencia los demás. Nos sentamos en la mesa de siempre, donde una pila de libros nos tapaba la cara. Elegí "Cantar de Mio Cid" , Malena eligió "Las de Barranco", curiosamente no alcancé a ver que leían Juli y Fer, ya que estaba sumergida en mi lectura. Leí un par de capítulos y sonó la campana que daba fin al paraíso. Hora de clases...