Entré a clase de educación física. Cómo odiaba esta materia. El profesor aún no había llegado, por lo que me senté en una de las gradas, al lado de mi mejor amiga.-Amy, al fin te encuentro. -le digo abrazándola de lado- Escucha, tengo mucho que contarte. Pero primero, ¿le diremos al señor Clark lo de siempre, no?
-Sí, querida. -me sonrió- ¿o acaso piensas que tengo ganas de sufrir corriendo hoy?
Reí muy fuerte, justo cuando entró el profesor Clark. Puse mi mejor cara de sería y me acerqué hacia él.
-Buenos días, señor. Antes de que empiece la clase quería decirle que no me siento muy bien. Verá, me ha venido la regla y entonc...
Me interrumpió antes de que pudiera terminar, incómodo.
-Señorita Fitzpatrick, Rebecca, Emma, quienquiera que seas. No hace falta que diga más, ve a sentarte en el banco hasta que la clase termine.
Era obvio que el tema lo incomodaba muchísimo, siendo hombre. Es por eso que con mi amiga Amy siempre utilizábamos esa excusa sabiendo que funcionaría.
-Señor, yo estoy igual. -dijo mi amiga, acercándose mientras se agarraba la panza con una mueca de dolor.
-Amanda, ve a sentarte con Fitz. -El profesor siempre me llamaba así ya que jamás sabía descubrir que hermana era- No molesten ni se la pasen hablando toda la clase, por favor, o las mandaré con la directora.
Amy vino hacia mí y se sentó a mí lado. Sonreímos disimuladamente las dos.
-Siempre funciona -dijimos al unísono. Eso significaba que teníamos toda la clase para charlar.
En un par de minutos la puse al tanto de todo lo que me había pasado durante el día.
-Aún no tuve el placer de ver a ese chico del cual me hablas, pero no dudo en que ya te gusta. -me dijo mi amiga pícaramente.
-¡Amanda! -le grité más fuerte de lo que debía, poniéndome roja. El profesor me hizo una mueca de advertencia. Bajé la voz casi a un susurro- No me gusta, ¿si?
Ella sonrió sarcásticamente sin responder nada. Quise cambiar de tema.
-Bueno, escucha, mis padres se han ido a casa de mi abuela, por lo que esta noche haremos una fiesta.
-Idea de la Fitzpatrick hueca, supongo. -Así llamaba a mí hermana, lo cual me causaba mucha gracia.
-Has adivinado -reí- Necesito que hoy a la tarde me acompañes a comprar algo para ponerme, y también debemos comprar algo de alcohol.
-Claro, querida. ¿Pero cómo lo haremos? Somos menores de edad. -me preguntó Amy.
-Algo se nos ocurrirá... -le dije.
Pasamos el resto de la clase hablando de la fiesta, de qué nos pondríamos y de chicos.
Sonó el timbre y me dirigí a mí próxima clase, literatura. Por suerte, ésa sí era una asignatura que me gustaba. Disfruté de la clase, leímos poemas de Pablo Neruda y charlamos de libros que habíamos leído durante el verano.
Una vez que sonó el timbre anunciando el final de la clase, junté mis cosas y me dirigí hacia la cafetería.
Ni bien entré, olí el olor más rico del mundo. Pizza. Si algo tenía de bueno mi instituto, es que en los días especiales, podíamos disfrutar de una exquisita pizza de muzzarella.
Agarré tres porciones, y me dirigí a la mesa de siempre. Ahí me encontré con mis tres mejores amigos, Amy, Joe y Harry. Los saludé y me senté al lado de Joe y en frente de Amy.
-Le estaba contando a los chicos de tu fiesta. -dijo Amy contenta.
-Sí, y decidimos acompañarlas a comprar ropa y alcohol. Y Joe ya tiene un plan para eso -dijo Harry mirando a su amigo- ¿no, Joe?
-Claro, sólo debemos pagarle a algún hombre de la calle para que nos compre algo y que se compre algo él. -Sonrió y chasqueó sus dedos- ¡Y problema solucionado!
Lo miré atónita, ese chico era un genio.
-Entonces, ¿a las tres y media los paso a buscar? -nos preguntó Joe.
-A las tres no, hoy estoy castigada y debo quedarme una hora más. -dije con una mueca de disgusto.
-Emma, nunca cambias, querida. Recién es el primer día de clase. Creo que esto es un récord. -Amy me miraba con una expresión que parecía una madre reprendiéndome. Luego rió.- Pasa a las cuatro y media, Joe.
-Cuatro y media, genial.
Seguimos hablando y comiendo hasta que tuvimos que volver a clase. Se pasó la hora de inglés muy rápido. Salí pensando que ya me iba a casa, al fin, cuando recordé que aún tenia que quedarme en detención. Maldición.
Estaba caminando desganada por los pasillos, cuando me encontré con Jack.
-Eh, Fitzpatrick. ¿A dónde vas con esa cara? -preguntó sonriendo.
-Estoy castigada, creo que la directora Franco y la profesora de química no me quieren mucho. -reí. Wow, había logrado mejorar mi humor en segundos.
-Vaya, así que enojando a dos personas en el primer día, me impresionas Fitzpatrick. -sonrió levantando una ceja.- Bueno, suerte con eso. Y te veo en la fiesta, no puedo esperar. -me guiñó un ojo y se alejó.
Este chico terminaría matandome.
Segui caminando por los pasillos. El aula de detención era la última en todo el instituto. Al llegar, entré, ahora de mejor humor.
-Buenos días, vengo a...
Alguien me interrumpió. ¿Qué hacía él aquí?
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Hola!!! Nuevo capítulo. Hoy les dejo dos en una noche!Bueno espero que les guste♥
¿A quien se encontrará Emily en la sala de detención? ¿Y qué pasará?
Y no se olviden que a la noche tienen fiesta!!
Todavía queda muuucha historia y TODO puede pasar :)
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¡Hermana, Veo Doble!
Teen FictionLas gemelas Emily y Becca siempre se llevaron mal. A los 2 años, se tiraban del pelo. A los 5 años, se robaban los juguetes. A los 7 años, se peleaban en los recreos. A los 12 años, se robaban las tareas. A los 14 años, se robaban la ropa. ¿Cómo se...