Capítulo 13

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Los días comenzaron a pasar, decidieron que lo mejor sería irse de Seattle, empezar de cero en otro lugar. Sin embargo, Dylan aún sentía algunas inquietudes, quiere respuestas, quiere tener la seguridad de que las cosas van a estar bien.

Camina por las calle de la ciudad, dirigiéndose a un lugar que pensaba que jamás vería de nuevo. Suspiró. Tenía que hacer esto solo, después de todo, es un problema de él y de nadie más.

Dylan iría a su casa a enfrentar a sus padres, claro que eso sólo si corre con la suerte de que estén en casa, sino tendría que dejarles una nota diciéndoles que se va para no volver.

Cuando se encontraba enfrente de la reja de metal, estaba por tocar el timbre cuando se abrió. «Qué raro...»

Atravesó el jardín observando las reparaciones que se habían hecho, incluso hay algunos cambios, pero no muy drásticos.

Dylan tenía toda la intencion de tocar la puerta, pero se encontraba entre abierta. Había algo sospechoso en todo eso, así que revisó que trajera su arma en caso de una emergencia.

Entró cautelosamente, adentro estaba oscuro, sólo entraba luz por la puerta que recientemente abrió. El miedo invadió su cuerpo, pero lo contuvo, no era momento para ponerse a temblar ni nada de eso.

- Un gusto verlo de nuevo, señor O'Brien.

Inmediatamente empezó a buscar la procedencia de la voz, era Augustine. Sacó su arma, sus ojos moviéndose rápidamente por todos lados, pero lo lograba ver a nadie.

- Baje el arma, no vengo a pelear ni nada de eso -dijo la directora del DUP.

- No tengo motivos para confiar en usted -contestó.

- ¿Ni porque te devolví a tu amado?

- También me lo arrebató y casi no puede hablar por su culpa.

- Bien, lo intenté por las buenas. -varios puntitos rojos aparecieron por todo el cuerpo de Dylan, quien maldijo con un susurro- Ahora, baje el arma.

El morocho no tuvo de otra más que hacerlo, dejó su revólver en el suelo.

- Gracias, -volvió a hablar Augustine- ahora, quiero hablar sobre unas cosas con usted.

- Primero digame qué hace en casa de mis padres.

- Sabía que vendría en algún momento.

- ¿Y mis padres?

- No están en casa, para éste punto no debería sorprenderle.

Dylan se quedó en silencio. Parte de él quería quedarse a escuchar qué demonios quería Augustine, y la otra quería buscar una forma de escapar. Sin embargo las armas apuntando a su cuerpo lo hacen optar por la primera opción.

- Bien, señor O'Brien, estoy aquí porque necesito su ayuda y la de sus amigos.

«¿Ayuda?»

- ¿Para qué necesita nuestra ayuda?

- Verá. Yo no soy el enemigo del que más deberían preocuparse -«No estaría muy seguro de eso»- y como usted sabe, el hecho de que conozca a Bioterroristas que no tengan malas intenciones, no significa que todos sean así.

- Al grano, por favor.

- Hay un grupo de Bioterroristas camino a Seattle que quieren destruir al DUP...

- ¿Cuál es la parte que me interesa de eso?

- Que también destruirán la ciudad entera y no se detendrán ahí.

Ambos guardaron silencio. Dylan trataba de procesar lo que decía Augustine, que ni siquiera está seguro de que diga la verdad. Pero si no miente, y quieren destruir toda la ciudad...

- ¿Por qué debería creerte? -preguntó O'Brien.

- Porque no te he matado.

«Bien, eso es cierto»

- ¿Y por qué me lo dice a mí de todos?

- Porque no tienes el poder para derrotarme aquí, eres normal. Además, confían en ti y sabía donde encontrarte a solas.

«Porque soy el más vulnerable y predecible»

- ¿Y qué se supone que quieres que haga?

- Sólo eres mi informante. Cuentales lo que acabo de decirte.

- ¿Y si no lo hago?

- Me aseguraré de que nunca salgan de Seattle.

- No van a creerme, necesitan pruebas, incluso yo las necesito.

- No me interesa que tú me creas, pero aún así predecía eso del resto.

Se escuchó que algo cayó y vio que a sus pies había una pequeña USB. La recogió del suelo.

- No tiene ningún diapositivo de rastreo, sólo la información que necesitan. -dijo Augustine- Así que recoja su arma, guarde bien la USB y vaya con los otros. Tienen 48 horas para decidir si ayudan o no.

- ¿Y si la respuesta es no?

- Lo veré en los cuarteles del DUP, señor O'Brien.

Un fuerte golpe en la cabeza hizo que todo se desvaneciera.

Tu brillo me guiará [2a Temporada] (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora