Capítulo 1
Sabía que lo había hecho bien. Sabía que no había dejado pistas. Su tercer asesinato había sido perfecto, tal y como lo había planeado.
A su lado, en el suelo. Yacía el cuerpo inerte de la que alguna vez llamo "mamá." Había pagado. Había pagado por todo lo que le hizo. Por el sufrimiento y dolor que le causaron sus golpes y sus gritos, por todos los años de encierro e infierno en esa casa.
Coloco la pistola en la mano de esta. Haría que pareciera un suicidio.
Salió de la solitaria casa mirando a sus alrededores, verificando si alguien la había visto. Afortunadamente, esa mañana no había nadie, como de costumbre.
Se colocó sus gafas Ray Ban y quitó los gastados guantes de su mano, guardándolos en su bolsillo.
Subió a su viejo coche y emprendió marcha hacia su apartamento.
Estaba feliz. Sentía que su venganza pronto terminaría. Un par de muertes más y listo.
Llego a su apartamento y bajo del vehículo. Con una sonrisa en su rostro entro en este.
Ya dentro de su apartamento saco los guantes de su bolsillo y en un pequeño contenedor de basura, les prendió fuego. No podía dejar pistas.
Pasaron unos cuantos minutos y sintió hambre. Abrió el refrigerador para buscar comida.
Nada, no había nada. Soltó un suspiro frustrado, se colocó sus botas y tomo las llaves de su vehículo nuevamente. Se detuvo en un restaurante de comida rápida y ordeno su comida.
Ya sentada en una mesa, comenzó a comer.
Se preguntaran ¿Cómo esta tan tranquila si acaba de asesinar a su madre?
Sencillo. Luego de dos muertes, se le hizo mucho más fácil asesinar. Sobre todo porque estaba dolida. Muy dolida por todo lo que le hicieron.
-¿Gabriela?- una masculina voz la saco de sus pensamientos.
-¿Cristopher?- pregunto esta sin poder creerlo.
Se paró rápidamente de la silla en la que estaba sentada y lo abrazo fuertemente.
-Hermana querida, no sabes lo mucho que te he estado buscando- dijo el chico en medio del abrazo.
Se separaron y rápidamente los ojos de esta se cristalizaron.
-Te he extrañado tanto- dijo esta.
-Yo también pequeña- con su dedo pulgar limpio las mejillas mojadas de su hermana.
Cristopher, era su hermano mayor y el único que tenía, el único que no le hizo daño. Este había logrado escapar del infierno que era su antigua vida. Pero Gabriela no había corrido con la misma suerte.
-¿Cómo estás aquí? ¿Cómo lograste escapar?- la bombardeó con preguntas.
-Escape cuando tenía dieciséis- contesto.
-¿Y nuestra madre?- pregunto su hermano.
Gabriela pensó antes de contestar aquella pregunta.
¿Su madre? ¡Ella no era su madre! Solo era una malnacida que se encargó de hacerla sufrir. Pero ya había pagado.
Ahora otro problema se había sumado a su lista.
¿Le contaba a su hermano acerca de su venganza? ¿Le decía que los había asesinado?
-No sé nada de ella, desde que escape- mintió.
-¿Y Victor?
¿Victor? Era el maldito esposo de su madre. El que abuso y golpeo a Gabriela a su antojo.
Fue el primero en morir.
-No sé de nadie de esa casa Cristopher- mintió nuevamente.
-¿Dónde te estas quedando?
-Tengo un apartamento.
Su hermano enarco una ceja-¿Un apartamento?- Gabriela asintió-Dejaste la casa cuando tenías dieciséis y ahora tienes diecinueve años ¿Cómo mierda pagas un apartamento Ela?
Esta se encogió de hombros- hago lo que puedo- contesto.
-Ela, dime que no volviste a vender esa porquería.
-Tengo que pagar mis cosas Cristopher- contesto.
-¡Lo prometiste!- se exalto su hermano- ¡Cuando me fui prometiste que no ibas a vender más de esas malditas drogas Gabriela!
-¡Tu prometiste que volverías por mí! ¿O acaso lo olvidaste? ¡Me dejaste en esa casa y no me llevaste contigo!
De pronto todas las miradas de los que estaban en el restaurante se posaron en ellos dos.
-Vamos a un lugar más privado Ela- esta asintió y se dirigió hacia la salida del restaurante.
Se subió a su viejo coche y su hermano la miro.
-Nos vamos en el mío- le dijo mientras se dirigía a su coche, uno mucho más presentable que el de Gabriela.
Esta asintió y bajo de su coche para subirse al de su hermano.
-Ahora cuéntame.
¿Lo contaba todo?
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Ela.
ActionGabriela, es una chica con problemas, como todos. La diferencia es que los problemas de Gabriela, tienen nombres y apellidos y ella se encargara de eliminarlos a todos.