Capítulo 8: Que comience la fiesta.

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Sábado. Guillermo despertó un poco más tarde de lo habitual. Eran cerca de las once y treinta de la mañana. La noche anterior, luego de todo lo que escribió, no volvió a tomar el cuaderno. No arregló ni terminó lo que ya había escrito. Se durmió inmediatamente después de enviarle el mensaje a Frank.

Recostado aún en la cama, tomó su móvil y vio la respuesta que le había enviado su amigo. 'No peguntaré, pero bueno. ¿Nos juntamos ahí?' Sonrió. Qué gracia le hacía leer que su mejor amigo no quería preguntarle por qué quería ir a una fiesta. 'Vale, te avisaré cuando esté saliendo de casa.' Respondió.

Se levantó de la cama y bajó a desayunar. Su padre estaba leyendo el diario en el salón, mientras que su madre limpiaba la cocina.

-Hola papá.

-Hola hijo –contestó a la vez que bajaba el diario para ver a Guillermo-. Ayer te dormiste muy temprano... Llegué de comprar y ya estabas dormido...

-Lo sé, fue una semana larga y agotadora.

-Tu madre me contó que Frank sí va con nosotros a acampar –dijo el padre sonriente.

-Así es. Hace tiempo que no va a acampar así que le encantó la idea.

-Qué bien hijo. La vamos a pasar increíble...

Guillermo le respondió con una sonrisa.

Se dirigió a la cocina. Vio que estaba la tarta de manzana sobre la mesa. Sólo quedaban un par de trozos. 'Seguro Caro ya estuvo por aquí...' se dijo a sí mismo.

-Buenos días mamá.

-Hola cariño. Al fin despiertas...

-Sí, no sé qué me pasó que dormí tanto... -sacó un trozo de tarta- ¿mi hermana llegó?

-Sí... por suerte. Llegó anoche unos minutos antes que tu padre –respondió mientras pasaba un trapo húmedo por el lavaplatos.

-¿Y probó la tarta?

-Sí –dijo sonriente la madre-. No puede resistirse a la tarta de manzana. Tienes razón, quizás sólo necesita un poco de tiempo...

-Tú tranquila mamá. Ya verás... Por cierto, hoy quiero salir. Voy a ir a una fiesta con Frank...

-Claro, no vas a quedarte toda tu vida encerrado en casa. Haz vida social, querido.

Su madre no había puesto excusas. Por ahora, nada ni nadie lo detendría para ir a esa fiesta. Tendría que ver a Frank y no estaba seguro aún si sería bueno que hablaran sobre lo que estaba ocurriendo. 'Qué bien, qué bien...' Pensó.

Eran las nueve con treinta pm. Estaba intentando vestirse pero se cambiaba de remera una y otra vez. 'Demasiado roja... El dibujo de esta no me gusta... Está un poco apretada, ¿no?' No sabía con claridad qué tipo de ropa se usaba en las fiestas. '¿Qué pasa si hoy se les ocurre ir con pijama? Así por comodidad...' Estaba un poco nervioso aunque no sabía muy bien por qué. Podían existir muchas razones pero decidió no pensar en ellas. Finalmente se decidió por una remera básica, sin diseño, de un color celeste claro. 'Y ahora chaquetas... Uf...'

Diez pm. Suponía que era una buena hora para salir de su casa así que le envió un mensaje a Frank. 'Voy saliendo de casa, tomaré el metro. Nos vemos, compañero.' Se despidió de sus padres, de Caro y salió.

Caminó hasta la estación con sus audífonos puestos. Se sentía muy jovial y también, estaba muy nervioso. Cuando llegó a su destino, buscó un mapa y así, poder ver qué ruta debía tomar para llegar hasta el hangar. Calculó que le tomaría alrededor de veinte minutos.

De Azúcar Y Nieve (wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora