Capitulo 10 Confusión y desolación
Sexto Año
Sintió su boca, su aliento y su cuerpo calido pegado al suyo hundiéndose en la locura. La sensación más exquisita y desoladora que había experimentado jamás se apodero de su corazón y su alma. Y también un profundo temor a lo desconocido. Porque lo sabia, desde el momento en que sus labios se fusionaron en los de ella, sabia que nada seria igual, que empezaría a transitar una senda en donde no había un final claro y seguro. Porque con ella todo era diferente, los sentimientos mutaban y los paradigmas cambiaban. Draco de alguna forma se libero con ese beso, tantos años reprimiendo muchas cosas, guardándolas encerradas dentro de su ser, convencido de que el amor no era su destino sino el poder y con ese simple acto, una decisión tomada en el calor de un ataque de furia, dio rienda suelta a ese mar de emociones que nunca pensó que pudiese experimentar.
De alguna forma se había tranquilizado al tocarla, toda la turbulencia había desparecido y por una fracción de segundo solo quedo la calma, la paz interior, algo que no había vivido desde que era un niño y su madre lo arrullaba en sus brazos, una emoción tan pura que su vil naturaleza lo había desechado y olvidado hacia mucho tiempo.
Ya conocía el remedio a esa enfermedad que carcomía su corazón, esa extraña dolencia llamada Hermione Granger que se instalaba en su alma haciéndole miserable su existencia, no por su presencia sino mas bien por su ausencia, la cura era…….estar con ella………….Draco se dio cuenta que si, efectivamente, la inquietud y el desasosiego se habían ido como que si nunca hubiesen existido dentro de él. Sin embargo estaba algo asustado, pero era una emoción hasta cierto punto lógica, no estaba acostumbrado de ninguna forma a sentir lo que estaba sintiendo, una total vulnerabilidad, porque ella le había quitado algo besándolo y a su vez, le había abierto el panorama, demostrándole que la gente no tiene el destino señalado desde el nacimiento, que quizás que no todas las cosas eran en blanco y negro, que había sitio para el degrade y que lo mas inesperado e imposible del mundo puede llegar increíblemente a suceder y le pasa hasta a gente como él, un perfecto crápula.
No quería enfrentarla, no quería darle explicaciones, en gran parte porque sabía que ella no entendería absolutamente nada de su tempestad mental y por otro lado porque debía reflexionar seriamente que era lo que había hecho durante seis años que lo había conducido directamente al paredón. Porque si bien era cierto que Draco Malfoy y Hermione Granger estaban dejando el alma en un beso en ese instante, también era verdad que estaban traicionando todo por lo que había luchado hasta el momento, en ese beso entre ellos, todavía el rencor era la emoción que predominaba aunque existiesen muchas otras luchando por salir a la superficie.
La intensidad del roce empezó a menguar, sus corazones latían desbocados, agitados y estremecidos por ese contacto prohibido y profano. Draco seguía abrazándola con fuerza y luego de un rato separo sus labios de los de ellas, sin abrir los ojos. Pego su nariz a la de la chica y dejo que esta rodara por su mejilla, escuchaba la respiración agitada de ella cerca de su oído y eso mas que nada lo tenia totalmente embelezado, en el fondo de su alma quería escucharla siempre así, perdiendo el aliento por él. Hermione todavía seguía con sus manos aferradas a las solapas de su túnica, tampoco abría los ojos, no quería ver la cara de satisfacción de Draco Malfoy, quien seguramente se iba a regodear ante ella por haber sucumbido a él.
Era humillante como se había entregado a ese beso, con impetuosidad, como si no existiera mas nada ni mas nadie en el mundo que Draco Malfoy y sus labios. Sabia perfectamente porque lo había hecho, porque sintió un impulso ajeno a ella, que la hizo olvidarse de absolutamente de todo. Besar a Draco Malfoy era algo que jamás le había pasado por la cabeza y estaba segura de que en caso de haberlo contemplado alguna vez, su reacción hubiese sido de un profundo asco. Sin embargo, de alguna forma Hermione estaba entendiendo que atracción sexual era lo que siempre había existido entre ellos dos. Esa aura poderosa que los rodeaba, esos ataques de furia intempestivos que los consumían a ambos, la retahíla de insultos que se dedicaban cada vez que se veían las caras, solo eran síntomas muy claros de que todo se reducía a eso…………un increíble e incomprensible magnetismo entre ellos.