Prólogo.

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Francia es mundialmente reconocida por una cosa: París. Y, ¿qué podríamos decir de ésta ciudad en particular, además de que es la llamada "ciudad del amor"? Exactamente, no mucho. Es lo que es, y todo mundo logra reconocerla por el amor que viene de ella.

En libros, películas, series, publicidades, y todo lugar donde lleguemos a ver u oír, ahí está París, siendo catalogada como la ciudad donde todo lo relacionado con amor es posible, y solamente porque estás ahí.


Liam Payne, un jóven fotógrafo inglés era consciente de todo eso cuando arribó en un vuelo desde Londres hasta la ciudad ya mencionada, dejando detrás un corazón roto y la tristeza que había en su vida luego de haber terminado con una relación de seis años y una fuerte discusión que lo dejó sin hogar, ya que él convivía con Sophia Smith, su ahora ex novia. Cerró los ojos con fuerza, apretó las manos por encima del descansa brazos del asiento de su avión, y respiró profundamente, mentalizándose de que todo iría bien en un país donde nadie sabía quién era, de dónde venía, por qué sufría, y por qué cosas quería sonreír o volver a llorar. A sus veintitrés años ya había experimentado muchas cosas que un hombre normal experimentaría a los treinta y tantos años.


Zayn Malik decidió huir de su Pakistán natal para perseguir aquel sueño de adolescente, el cuál era escribir. En los países de medio oriente no era muy bien visto que los hombres se dedicaran al arte hoy en día, y mucho menos cuando de poesía y pintura se trataba, ya que resultaba ser una deshonra para la familia. Zayn, sin más ánimos de oír todos los días que debía levantarse para seguir la carrera de psicología que cursaba desde hacía tres años, tomó sus maletas y se subió a un avión que lo condució hasta París, la ciudad del amor, hogar de todos los poetas románticos más reconocidos por el joven pakistaní. Su deseo de expresarse sin vergüenza del qué dirán los demás, del ser leído como Zayn Malik, el joven poeta romántico de un país que es conocido como "guerra", que crea cosas hermosas provinientes del más profundo dolor por una dura vida.


Dicen que hay un extraño hilo rojo que une la vida de las personas y las convierte en amantes desde el minuto cero de sus vidas, y quizás mucho antes, también. Las dos personas no deciden cuándo enamorarse, ni el lugar en donde pasa, ni por qué, y tampoco elijen a la persona que el destino les marcó y declaró su más grande amor. Es algo independiente de ambos sujetos y de lo que ellos sientan antes de conocerse. El hilo rojo, sumado a la ciudad del amor donde todo es posible, nos dejan clara una de las historias de amor más dulces que podría existir.


Dicen que el dolor siempre es lo que arruina a muchas personas, pero, ¿qué puede pasar cuando ese dolor es la única manera que logra unir a dos personas que llegan rotas en busca de esperanzas? ¿Y cuando ambos expresan sus emociones mediante lo que eligieron como profesión, y arte? ¿Y cuando decidan mostrarle su arte al mundo entero?


Un poco de amor francés (Ziam Mayne).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora