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Estaba en la sala de junta, sentada, leyendo el contrato. Nada fuera de lo normal, pero seguía sintiendo que esto no sería normal. No sé por qué.

Mi horario, sería igual que el que tengo ahora. Pero algo que sería diferente es que tengo que aceptar que a cualquier hora que Harry me solicite, tengo que estar ahí. Eso es... Extraño, estaría invadiendo en mi tiempo libre ¿tendré tiempo libre?

-¿qué tal? -Preguntó ansioso

-¿por qué tengo que aceptar que me llame cuando quiera, sin importar el horario de trabajo?

-este contrato, es único y especialmente para ti. Quiero que estés disponible cada vez que te necesite, te recuerdo que te pagaré muy bien -sonrió

-¿por qué yo? -Pregunté otra vez

-porque te quiero a ti, no me malentiendas -advirtió

-está bien -Terminé de leerla y acepté, la firmé y empezaría con ese trabajo a partir de mañana. Claro, él puede hacer lo que quiera cuando sea.

Su móvil sonó, dudó en contestar pero terminó haciéndolo, y yo podía oírlo.

-¿qué pasa? ¿La mercancía? Debería estar llegando a esta hora... ¿Por qué se demoran?... Eso no me gusta, llamará la atención de los policías... Mmm, no puedo hablar de eso ahora... Sí, te llamaré... Mantén todo en orden o ya sabes qué hacer -colgó

Ahora me da más miedo ¿a qué se dedica? ¿Por qué no quiere que la policía se entere?

Espero no meterme en problemas, Yo solo me dedicaré a mi trabajo, nada más.

-amm... -no sabía que decirle

-disculpa. Entonces, estaré buscándote a tu casa mañana temprano

-¿buscándome? Puedo ir sola

-no, es mejor que yo pase a buscarte y te lleve de regreso a casa -aseguró

-no me parece bueno, podría tener problemas con mi esposo por eso

-solo dile que es el chófer de la empresa o algo así -suspiró- no dejaré que vayas sola a menos que tengas un auto y que sea tuyo

-no tengo

-entonces yo te busco, sin discusión. Tómalo como parte del trato

-pero... -me interrumpió

-no puede ser tan malo. No muerdo cariño, al menos no por el momento -otra vez coqueteó

-¿sabe dónde vivo? -lo miré

-____ sé muchas cosas, y por favor tutéame

-okey, entonces... -me levanté- ya he firmado, creo que lo... Te esperaré mañana... A las...

-siete, mi casa no es muy cerca -confesó

-está bien. Hasta mañana -me despedí

-hasta mañana -sonrió

Salí de la sala tan pronto como pude. Él tenía algo, pero aún no descubro qué es ese algo que me deja tan indefensa frente a él.

Fui a mi escritorio, debía recoger mis cosas y poner todo en orden. No trabajaría más aquí, después de tres años.

Empecé a sentirme triste y nostálgica, extrañaré este lugar, pero voy por algo mejor, o eso creo.

Daniela apareció frente a mí, me miró por un momento y luego me ayudó a ordenar las cosas. Tal vez ella se siente igual que yo, sabe que ahora que no trabajaré aquí nos veremos muy poco, pero igual seguirá siendo mi amiga.

Engaño PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora