Capitulo 12 de mi patética existencia y boxers

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Me envolvía el calor de la chimenea encendida frente a mi, mi té estaba caliente y la noche completa se cernía ya sobre la ciudad. Su casa era realmente acojedora, pero yo no estaba allí, las imágenes de Oliver, del callejón, de los ojos inyectados en sangre de Sky al hacer trizas al chico no paraban de pasearse por mi mente como un pequeño ejercito de soldados.
Ellos parecían divertirse cantando de un lado a otro los sucesos ocurridos aquella tarde como si fuesen una alegre melodía, pero yo no me divertía en absoluto; y si Sky no hubiese llegado a tiempo no me quiero imaginar que me habría pasado.

Oigo pasos tras de mi y me giro, Sky carga consigo dos mantas y otro té. No tiene buen aspecto, se le ve cansado y preocupado.
Se sienta al lado mío y me coloca la manta sobre los hombros mientras intenta doblar una sonrisa, pero no lo consigue.

- Ten, no pases frío- le sonrió en señal de agradecimiento mientas agarro los bordes de la manta.

Vuelvo mi vista a las llamas y me pierdo en sus vivos colores. Pasamos un rato en un silencio algo incomodo, supongo que a ninguno de los dos se nos ocurría que decir, aunque, en realidad, si sabia lo que tenia que decirle, pero en cierto modo no me atrevía.

- Sky- se giro y me miro a los ojos- Gracias- dije finalmente sonriendo de medio lado.

- No las des, yo...yo no se que habría hecho si ese....ese malnacido te hubiese....

Tenia los puños y la mandíbula apretados.

- Tranquilo, ya ha pasado todo

El relajo el gesto y me miro con una pequeña sonrisa, haciendo que apareciesen aquellos hoyuelos que tanto me gust....

Espera....NO ¡¿que patata?!.....no me gustan como ahora mismo estas pensando que me gustan, es mas un.....amor platónico....NO NONONO tampoco eso... ¡PERO QUE!¿¡COMO PUEDO ESTAR PENSANDO AHORA MISMO EN ESTO EN UN MOMENTO ASI!?
Cállate estúpida conciencia.

Creo que cuando volví a la vida real llevaba unos dos minutos seguidos mirando a Sky fijamente y sonriendo como una boba, de echo así era, porque Sky se rascaba la nuca algo incomodo, aparté la mirada en seguida y de nuevo pude sentir el rubor en mis mejillas.

Ay que tonta me he puesto....

- Oye, creo que deberías quedarte, es tarde y tu casa no queda cerca.

Él quería que yo....es decir que yo....que él....

- No te preocupes, puedo coger un taxi.

- Insisto- repitió sonriéndome con ¿ternura?

Sonreí y asentí finalmente, de echo mi madre estaba en un viaje de trabajo y no volvería hasta mañana.

- Dormirás en mi cuarto, yo me quedaré en el sillón.

Bueno, era eso o el sillón, no me molesté en rechistar, sabía que acabaría ganando él así que me limite a asentir y terminar mi té. Él me imitó y una vez hubimos terminado me guió a su cuarto.
Sky entró primero y abrió la puerta. Yo pasé detrás de él, era bastante grande, las paredes eran de color azul oscuro y estaban llenas de posters, solo hubo un cuadro que me llamo la atención, era de una chica, se la veía sentada en un banco de espaldas con árboles otoñales al rededor. Era muy hermoso.

- Bueno, es aquí.

Se sentó en la cama y yo me senté a su lado.

- Puedes ponerte esta camiseta mía si quieres.

Saco una camiseta de los beatles de uno de sus cajones y me la tendió.
Se quedó pensativo, nuestras miradas se cruzaron, estábamos a escasos centímetros el uno del otro, podía notar su respiración algo acelerada, mi pulso empezó a aumentar y entonces fue cuando lo vi, en sus ojos había un vacío que no se apreciaba a simple vista, un pequeño trasfondo lleno de tristeza. Entonces una pregunta paso fugaz por mi cabeza ¿quien era de verdad Sky Number?
Mi pecho subía y bajaba, entonces él apartó la vista, se levanto y se encamino hacia la puerta, murmuró un sencillo "buenas noches" y se fue. Me quedé mirando el punto fijo por el que se había ido, no sabia que pensar, ¿que había sido aquello?
Me metí en el baño y me puse la camiseta, que me quedaba un poco por encima de las rodillas.

Me tapé con las sabanas y apague la luz. Me inundó un profundo olor a él, mis fosas nasales se impregnaron de su colonia.

Había que admitirlo, este chico olía de maravilla.

Aspiré un poco la fragancia y me dejé llevar, así me quedé dormida y esa noche fue la primera vez que soñé con Sky Number Lovins.
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Me desperté con la abundante luz que entraba por la ventana. Miré la hora, tan solo eran las once. De repente un delicioso olor a tortitas me golpeo la nariz y como un fantasma lo seguí por el pasillo. Llegué hasta la cocina y lo que vi me hizo saltar en carcajadas.

Bien pues, imaginaos la escena, un chico de 17 años, tan solo con unos boxers, tapado con un delantal rosa en el que pone "I LOVE MY MOTHER" Bailando al son de una canción de queen usando una espátula como microfono.

Dios mío te juro que estuve a punto de hacerle una foto.
Cuando Sky me vio pego un brinco y por poco sale la tortita volando. Yo me tapé la tripa con las manos sin parar de reír

¡Dios mío nunca me había reído tanto!

Me dolía la tripa de tanto reírme.

- Ummm, así que con esas estamos caramelito, bueno, yo tengo un delantal para taparme pero hay algunas que están dejando poco a la imaginacion....- se cruzó de brazos y me miró de arriba a abajo con una sonrisa traviesa.

1. Derechos de autor, ¿que era eso de copiarme las frases?
2. OH.MI.MADRE

BAJÉ la vista temiéndome lo peor y recordé que la noche anterior Sky me había dejado una camiseta suya como pijama.

Vale, literalmente en aquel momento estaba segura de que si me exprimías saldría ketchup.

Salí corriendo al cuarto de Sky a por mis pantalones, los busqué por todas partes pero no había rastro de ellos.

¡HAY MI MADREEEE!

Revolví las sabanas, mire debajo de la cama e incluso en el baño pero nada. De repente Sky apareció en la puerta del cuarto.

Como los teng....

- ¿buscabas esto caramelito?- dijo zarandeando mis vaqueros de un lado a otro.

Oh no, va a morir, va a morir ahora mismo.

- Sky Number Lovins, devuélveme ahora mismo mis pantalones

Vaya, una frase que jamás pensé que diría. Un céntimo a la caja de sorpresas.

- Si los quieres.....ven a por mi

Y dicho y hecho salió corriendo por el pasillo.
No pude evitar sonreír maliciosamente.

La venganza será dulce Number, tu espera a que te pille

Y salí corriendo tras él.

¿¡Me van a dejar escribir!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora