Me levanté debido a que escuché unos fuertes puertasos.
— ¿POR QUÉ NO SE CALLAN? – grité mientras estaba levantándome de mi cama.
Salí de mi habitación y lo primero que ví fue a Santiago saliendo furioso del cuarto de Roberto.
Lo primero que hice fue pensar en como voy a despertar a Aaron.
Siempre lo despierto con algo grosero ¿por qué no hoy con algo tierno?
Entré a su cuarto y me acosté en su cama sin que despertarlo hasta que me acerqué a él y lo abrasé, él al sentirme saltó.
— ¿Qué te picó?
— Nada solo quería demostrarte que aunque siempre soy grosera, yo te adoro.
Él me abrazó y nos quedamos un gran rato abrasados hasta que se me ocurrió hacer lo mismo con Alex.
Le di un beso en la mejilla a Aaron y le dije que después regresaba.Salí de la habitación de Aaron y me dirigí hacia la de Alex.
Entré y me acosté sin despertarlo y lo abrasé.
— ¿Qué haces aquí?
— Vine a agradecerte lo de anoche.
— No hacía falta, yo siempre voy a estar para ti.
— Por eso eres mi mejor amigo, siempre me das buenos consejos y me ayudas en todo.
— Tú siempre estás para mí.
— Te quiero – dije mientras le daba un beso en la mejilla.
Me levanté de la cama de Alex y fui hacia mi habitación, al llegar busqué mi móvil y llamé a Allis después de 3 tonos contestó.
— Hola, ¿te desperté?
— No, hace más de una hora estoy despierta.
— Ok, ¡Allis, tengo que contarte algo!
— Dímelo ya.
— No, ven a mi casa para hablar.
— Está bien, dentro de una hora estoy en tu casa.
— ¡Bien, te espero!
Colgamos y busqué en mi armario, algo para ponerme.
Elegí un short simple de mezclilla, una blusa floja gris y mis sandalias de estar en casa.Busqué mi ropa interior y caminé hasta la puerta del baño.
Me duché lo más rápido “bueno eso digo yo porque cuando me lavo el pelo duro mucho”.
Al salir fui hacia mi habitación.
Escuché el timbre y ya sabía quien era entonces al propósito grité:— Aaron abre la puerta.
— Ok, ya voy.
Narra Allis
Llegué a la casa de Sofi y toqué el timbre, escuché que Sofi le decía Aaron que abra.
“Si se supone que es mi mejor amiga no me la puedo imaginar como enemiga”
Aaron abrió la puerta, y me miró de arriba a bajo.
— Hola – dije mientras me acercaba a él para darle un beso en la mejilla.
La di el beso y ví que empezó a sonrojarse poco a poco.
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