Lealtad (Crónicas de la mafia #2)

Capítulo 10

HELENA

- Es imposible - respondo alucinando.

Miguel se ríe y se separa de mi, cosa que agradezco porque le mataría si pudiera por haberme besado.

- No contabas con eso ¿ verdad ? Puedo quitarle a Leonardo todo lo que tiene pero quería volverle loco primero y hacerle débil, si vieras lo deprimente que es ahora, no sabe que te tengo delante de sus propias narices. ¿Sabes que ayer pasó por aquí? Estuvo a menos de ocho metros de ti y pasó de largo - se ríe como un lunático - cuando lo descubra será demasiado tarde.

- ¿ Por qué ? - decido preguntar.

- Porque ya no estaremos aquí cuando lo averigüe. Espero que te hayas quedado embarazada de Leonardo, porque os tendría a ambos a mi merced - le miro asustada por primera vez, sabía que no estaba embarazada, porque me dolía la barriga últimamente, me asustaba su mirada, como si de verdad quisiera hacer daño a un indefenso bebé - Bayron, llévate a Helena de aquí, más tarde iré a visitarla.

Él gran hombre me coge con delicadeza del brazo y camina conmigo hacia arriba, pero antes de perder a Miguel de vista me giro a encararle.

- Me da igual que apellido tengas y Leonardo pensará lo mismo, su mente nunca se quebró cuándo me fui y tampoco lo hará ahora. Vas a perder esta guerra - digo fulminándole con la mirada.

- No tengo miedo de un ejército de leones guiado por ovejas Helena - responde.

-  Ten miedo de un ejército de ovejas guiado por un león. Él controlará todo esto algún día y estaré orgullosa de hacerlo a su lado - y con esta frase dejaba atrás todos mis principios y le daba la bienvenida a los nuevos, si iba a vivir en un mundo rodeado de mafia y corrupción sería una capitán, no un peón.

Me dejo guiar por Bayron y entro en mi habitación sin rechistar. Tenía que asimilar todo lo que había ocurrido. No podía ser cierto que Carlo tuviese otro hijo, si esto fuera verdad Miguel sería el primogénito y por lo tanto tenía derecho a heredar todo lo de Leonardo. Por eso me secuestró... joder, ¿ como iba a saber yo esto ?

Abro la ventana con desesperación y comienzo a llamar la atención de la señora, mis súplicas hacen efecto porque enseguida abre su ventana de malas maneras.

- Te dije que no hablases con mi hijo - dice molesta.

- Me llamo Helena Ferragni, mi padre es Riccardo Ferragni y es el alcalde de Roma, te daré todo lo que necesites, dinero, ayuda médica, lo que quieras, si me sacas de aquí - digo desesperada.

- ¿ Ayuda médica ? - responde nerviosa.

- Si, lo que sea.

- ¿ Qué tengo que hacer ?

----------------------

Desperté con un ruido fuerte proveniente de la puerta, todavía era de noche ya que el sol no había salido.

- No Mark, la chica es buena - escucho a Bayron decir con su tono autoritario de siempre.

Mi puerta se abre y el mismo hombre que me escoltó al avión entra sin ninguna expresión en su cara.

- Ven conmigo - dice con voz áspera.

- No, no iré a ningún lado - respondo alzando el mentón.

- No hiciste caso a lo que el jefe te dijo, tienes suerte de que te castigue yo porque lo de él era mucho peor.

Me agarra de los brazos y forcejeo con él hasta que me da con todo su puño en mi barbilla.

- Estate quieta ya, o las cosas se pondrán peor - dice con tono seco.