"¿Qué tiene este chico que me dan ganas de abofetearlo y besarlo, de huir de él y correr hacia él, de abrazarlo y darle una patada en las pelotas, todo a la vez? Me gustaría culpar a la llegada del efecto que ejerce sobre mi, pero algo me dice que los chicos llevan provocándonos estas reacciones desde hace bastante más tiempo."