Capitulo 9

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La fuerza con la que salgo de mi cuarto a dirección a la puerta de entrada, mengua un poco cuando me estampo con mis hermanos. Gabriel con su 1.80, está parado frente a mis padres con una expresión de querer matar al primero que se le ponga enfrente. Y Javier, con su no tan despreciable 1.75 y su cuerpo no tan delgado, está sentado en el sillón, con un pie al aire, al estilo maestro en escritorio. Ambos voltean cuando escuchan mis pasos. Su expresión cambia de un molesto "quítate de mi camino "a uno "oh pobrecita" y jodidamente detesto esa expresión.

- ¡Quiten esas caras de borrego a medio morir!- expreso. Odio que me miren así, por eso es que no ando como la llorona, no quiero la lastima de nadie.- estoy bien. Mi organismo y yo estamos en proceso de volver a una homeostasis.

- Detesto cuando empiezas con tu terminología médica. – menciona Javier con un ruedo de ojos.- no tienes que presumir tus conocimientos médicos. Ya sabemos que te gusta eso.- y voltea a Gabriel diciendo de forma acusatoria- nunca debiste pedir ayuda a ella para estudiar. Mira lo que has hecho- creo que mi hermano menor, hace mas drama que yo.

- Perdona, pero ella solita dijo si, no la obligue. Y que sea inteligente y se aprenda todo, no es problema mío. – contesta de forma bromista a nuestro pequeño hermano. De verdad que entre los tres, hay mas drama que una telenovela barata.-Aunque siendo realista nena, yo sabía que lo que ibas a hacer, no era una decisión inteligente.- completa Gabriel, dirigiéndose completamente a mi.- a leguas se notaba que no era para ti. Realmente quise decirte, pero te conozco y sé que no me ibas a hacer caso.

- No se preocupen ¿de acuerdo?, - me acerco a ellos para con esto, dar más fuerza a mis palabras- realmente agradezco que se preocupen por mí, pero por mas insólito que parezca, no me siento tan mal. – es una mentira piadosa, no quiero preocuparlos. Porque por dentro, realmente estoy cayendo en pedazos. . – creo que era lo indicado, ahora me doy cuenta- sus miradas escépticas me dicen que debo actuar mejor.- ¿no me creen verdad?

- Digamos que es sumamente extraordinario, que te cures en un abrir y cerrar de ojos. Pero no es una facultad que tengamos cualquier ser humano viviente.- responde Gab.- así que no, no te creo.

- Hablo enserio chicos. Aunque no parezca, no es tan fuerte el dolor. No voy a negar que si me duele, sobre todo el hecho que llevo conociéndolo por años. Y que salga con esto, no merece perdón. Sin embargo, algo me dice que es lo mejor que ha pasado y que viene cosas mejores- aquí es verdadero. De verdad siento que esto paso por algo, y siempre he pensado, que cuando te quitan algo, es porque van a darte algo mejor. Es una regla de la vida.

- Digamos que te creo.- menciona Gab- pero lo que sí quiero una vez más pedirte- se acerca a mí, y toma mis manos entre las suyas- es perdón. Kat lo siento tanto, no solo por lo que pasas, si no, porque no tuve las agallas de decirte lo que veía. Te deje a tu suerte y eso no hacemos los hermanos.- me mira a los ojos. Y me duele que se culpe. mas porque sus palabras anteriormente dichas son ciertas; si él hubiera hecho el intento de decirme sus sospechas, no le habría hecho caso. Mi terquedad hubiera ganado.- perdóname por favor. –

- No hay nada que perdonarte- beso su frente.- sé que no te haría caso. Soy demasiado obtusa. Perdóname tu a mí, por no abrirme a ustedes y escuchar sus palabras. En todo caso, yo soy la mala hermana.

- No lo eres hija- intercede mi mama. Ella y papa, se han mantenido en segundo plano, sin nada por comentar hasta este momento, y escuchadnos cada una de las palabras que nos decimos.- todos comentemos errores, en una escala diferente, pero lo hacemos. –se acerca junto con mi papa a donde estamos los tres- solo nos queda aprender de ellos.

Decisiones Dificiles (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora