Amargo recuerdo

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su hermosa piel de porcelana adornada de unas ruborizadas y pomulosas mejillas, sus delicadas manos con las que toca el balón, su gesto de dolor al romperse una de sus lindas uñas, sus tan perfectos pechos que se mueven de esa forma tan graciosa cuando corre, una tímida sonrisa se escapa de mis labios, de repente un ensordecedor silbido me saca de mis pensamientos, mucha poesía por hoy... agito mi cabeza y miro al entrenador que se me había quedado viendo, ay no!! viene hacia acá... Yisus!

-¿Que haces tan distraída? no se si te hayas dado cuenta pero nos han anotado 6 puntos, ¿Que estas haciendo?- me dijo con su agotadora voz, suspiro y me cruzo de brazos.

-Es que... he estado viendo el partido, ¿acaso no es siempre lo que me pide?- le respondí, el me miro como si aguantara aire.

-si pero bueno... ahora no estas en la banca, se supone que debes jugar, sabia que no debía meterte pero no hay de otra podrías hacer algo en el partido o es mucho pedir?.- pensé en responderle que lo único que haría en el partido era observar el esquisito cuerpo de Emma pero naa ese hombre me daba miedo.

-si entrenador tratare de anotar unos cuantos puntos.-le giñe el ojo, el solo suspiro y volvió a la banca, se escucha otro silbido y empiezo a jugar torpemente, bueno no podía hacer mucho, Emma solo miraba horrorizada mis pases fallidos, yo le miraba con temor y susurraba un "perdon" ella solo volteaba sus ojos, era alguien diferente mientras jugaba, yo solo me reía burlándome de sus expresiones, lo cual hacia que se enoje mas, pero le demostrare que si puedo... por algo estoy aquí, con el animo en lo alto jugué como nunca antes, perdimos 18 a 12, lo cual es decepcionante porque íbamos ganando con una ventaja de 8 puntos, pero lo importante es la salud, nadie se lastimo gracias a mi.

-idiota... debes aprender a soltar el balón, y mas cuando no sabes jugar.- hay... eso me dolió, bueno que esperaban no soy michael jordan, maldita tifanni a mi no me viene a reclamar.

-pues sabes? gracias a mi no te caíste ridículamente como te sueles caer en todos los partidos.- subi una de mis cejas.

-pues es porque tengo problemas en las piernas... hay ya sabes no me molestes, solo...- miramos que Emma venia hacia nosotras.

-uuy de esta te salvas sola... te lo mereces-. me dijo poco tiempo antes de irse, Dios! me dejo ahí sola en frente a la fiera.

-Gabriela... mira no quiero ser dura con tigo.- le sonreí inocentemente, debo mostrarle que no me atemoriza o sera peor.

-si, dime todo lo que quieras... ya se que me dirás que me amas.- le giñe mi ojo y ella alzo una ceja y se rió.

-mira si sigues con esos comportamientos de estúpida, déjame decirte pequeña retrasada que te sacare del equipo.- ay se metió con mi estatura... ella es cruel.

-no lo harás, siempre dices lo mismo y no lo haces...- le dije aun sonriente, así es... estaba retándola.

-pues esta vez es enserio, la próxima y te vas!! ahora tendré que castigarte.- me dijo aun frunciendo el seño, me castigara... eso suena demasiado bien.

-sabes eso suena demasiado bien... castígame amor, eso suena delicioso.- me miro con desagrado.

-eres una enferma!! y no me llames amor... correrás por la pista media hora antes de empezar los entrenamientos, al menos por dos semanas.- se fue con su ego aun en lo alto, que sexy... uff dos semanas... que flexible es con migo a la pobre Yina le pidió que haga sentadillas durante una semana en todo el entrenamiento, es un monstruo...

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meses después...

obsesionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora