Estaba perdidamente dormida boca abajo con Mario sobre mi y una de sus piernas cruzadas por las mias cuando mi celular sonó, estire mi mano para alcanzarlo y me di cuenta que era un mensaje de Lía.
-Estoy en tu casa, ven a abrirme mala persona, hace frío aquí afuera.
Me quede quieta no quería levantarme y despertarlo, a demás que esto era condenadamente cómodo.
Volvió a llegar otro mensaje de Lía.-olvidalo ya entre.
Abrí los ojos como platos redondos, quince salir corriendo pero era demasiado tarde.
-¿Que haces?.- lía se asomo a la casita que habíamos hecho y se quedo sorprendida al vernos acostados abrazados, abrió su boca grande grande y la cubrió con su mano evitando gritar de emoción.
-Lía me asustas, ¿que haces aquí?.- le susurré desde adentro.
-La pregunta es ¿Que hace esta ricura aquí?.- dijo mordiéndose su labio inferior recorriendo el cuerpo de Mario lo cual me hizo sentir ¿Celos?
-Oye, esta ricura es mía así que aparta tus sucios ojos de ella.
-Duy ¿Son novios?
-Si, ella es mi chica.- Mario dijo sin abrir los ojos estirando su brazo y alandome a él besando mi nuca.
-______.- dijo lía acusándome y viéndose dolida.- ¿Porque no me contaste antes?
-Ahora lo sabes.- me encoji de hombros guiñándole el ojo.
-Eso no es justo, Tu novio es la persona mas caliente que hay en esta ciudad y no le cuentas a tu mejor amiga, que envidiosa.-señaló a Mario y después entre cerro sus ojos viéndome con odio.
Solo solté un grito ahogado y empecé a reír al ver la cara de Mario, se veía orgulloso.
-¿Chicas quieren desayunar?
-Muero de habré.- lía se levanto corriendo a la cocina y nos dejo a mi y a Mario solos.
-Bien, chica sexy ¿Me darías un beso de buenos días?
-Bien, chico sexy ¿Porque no me lo das tu?
Mario inclino rapidente su cara y choco nuestras bocas.Una corriente rara recorrió todo mi cuerpo haciendome sentir algo especial en este beso, era suave y dedicado a la ocasión, Mario me estaba demostrando ternura, amor, delicadeza, sinceridad.
En eso lía volvío a saltar y grito.-Dejen de besarse asquerosamente y vamos a la cocina, Nana a hecho algo delicioso.
Mario y yo comenzamos a reír, había interrumpido un buen beso.
Nos levantamos dejando las cobijas y los cojines atrás, Mario tomo mi mano y caminamos juntos a la barra donde había un buen menú para el desayuno.
Mango picado, una malteada para cada quien, había pan tostado con diferentes mermeladas y galletas recién horneadas con chispas, brochetas de fruta y mi taza favorita con té verde.-Buenos días nana.- corrí con ella y la abrace por atrás dando muchos besos en su mejilla.
-Buenos días, creí que tu y Mario nunca despertarían.
-Buenos días nana.- Mario se acercó y beso su mejilla.- en eso Nana lo abrazo.
-Pequeño¿Que es todo eso en el salon?
-Una casita.- arrugo su nariz.- _____ y yo la hicimos juntos ¿no te gusta? Voy a quitarla ahora mismo.
- Me parece algo muy lindo y romántico para unos novios jóvenes.
-¿Como sabes que Mario y yo....-
-Los escuche en la mañana cielo son un amor juntos, Yo esperaba algo así desde hace tiempo.-¿Todo mundo esperaba esto?
-Verdad que son adorables.- lía suspiro sarcásticamente haciendo como que vomitaba.
-Lía, Mario es un rey en la cama y no solo su oficio es ser cursi.- guiñe el ojo y enterré mi mano por él cabello de Mario haciendo que su piel se pusiera palida.
Lía abrió sus ojos muy grandes y casi escupe su malteada de helado.-Ok, eso no da asco, pero no quería saber eso.
Mario se acercó a mi oído y susurraba cosas que hacían que yo me erizara desde la nuca hasta mis piernas.
-¿Que fue eso?- susurro en mi oído mordiéndolo.- ¿Acaso haz estado conmigo, como para decir que soy un rey?.- volvió a susurrar.- Tienes que comprobarlo damisela, este caballero esta listo.
No dudo que estaba mas que roja, mis mejillas ardían, mis manos temblaban y mi cuello estaba erizado.
-Esta bien. Caballero.- ahora yo susurré en su oído.- Esta damisela aun no quiere comprobar lo muy caliente que es usted, no cabe duda en que lo eres pero es mejor esperar.- respire serca de su oído.
-Eso me parece perfecto, hermosa.- esta vez hablo en voz alta, nana y lía solo nos vieron raro.No tenían idea de lo que estábamos hablando.
Terminamos de desayunar y Mario fue a su casa, Lía y yo estábamos en mi cuarto, yo estaba tomando una ducha y Ella estaba sentada en la taza platicando conmigo.
-Y bien ¿Enserio Mario es un rey en la cama?
-Lía eso no te importa.-
-Claro que me importa señorita "Nunca tendré sexo"
-Mira señorita "Mientras mas estén conmigo mejor" Aun no e tenido nada con Mario
-Enserio estas mal yo ya hubiera roto media casa incluyendo esta taza dw baño con alguien como él durmiendo conmigo.
-Pues yo no, Lía ¿Que cosas piensas? Pasame la toalla.
-Solo digo que estas desperdiciando a este dios del sexo.
Enserio, me estaba haciendo sentir mal, tal vez estar con Mario no sea malo, él me ama y yo lo amo, ¿Eso es lo importante no?
Termine de vestirme y alguien toco la puerta de mi cuarto, era Mario.-Compermiso señoritas.
Una gran sonrisa se asomo por mi rostro, pronto cubrí mi cara con mis dos manos.
Mario tenia un gran ramo de rosas blancas en sus brazos con un gran liston morado.
Las rosas blancas son mis favoritas desde niña y recuerdo que Mario siempre me daba una en mi cumpleaños.
Esta vez era especial, sin ser un día importante él me estaba dando un ramo.-¿Son para mi?.
-Así es damisela.
Esto no era verdad esto es mas que perfecto.
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••MI CABALLERO••
FanfictionMe desperté gracias al despertador de mi celular y estire mi mano para alcanzarlo pero un peso en mi no me lo permitió, una sonrisa se formo en mi rostro al recordar que él estaba aquí, él estaba conmigo, no había nada más que pudiera desear. Soy tn...