El partido más difícil

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Uno siempre quiere ver a su equipo campeón, pero también están los que no lo quieren ver descender. No hasta hace mucho tiempo en el futbol argentino, todavía existían los promedios o también llamados "promiedos".

Era algo muy apasionante de vivir, claro para las personas que sus equipos no estaban en una situación complicada, no así les sucedió a los hinchas del club San Lorenzo de Almagro.

En 2011 el gran glorioso River Plate descendió a la "B" Nacional luego de haber perdido la promoción disputada contra el duro Belgrano del "Ruso" Zielinski, Olave, Farre y el talentoso "Mudo" Vázquez. En la siguiente temporada los "Matadores" de Boedo, vivían una situación complicada, luego de varios campeonatos malos el equipo de Madelon no atravesaba un momento nada acorde con su historia todo parecía encadenarse a la tragedia de descender, como ya había ocurrido en el año 82', un año después de que la dictadura impuesta por los militares les arrebatara su colosal estadio de Boedo "EL Gasometro".

Sin embargo a la gente no le importó los malos resultados, las peleas internas en el vestuario, lo mal económicamente que estaba la institución. Nada de esto pudo parar con la locura y el amor por la camiseta que tenían estos fanáticos.

El equipo tenía grandes jugadores, tales como: Migliore, Bottinelli, Ortigoza, Romagnoli, Bueno, Salgueiro, Gigliotti, el ídolo Bernardo Romeo y otros jóvenes. Sin embargo no podían revertir la situación hasta la llegada del humilde, incansable volante por derecha proveniente de Ferro Carril Oeste, Julio Buffarini y de Caruso Lombardi, aquel carismático director técnico odiado por muchos, amado por otros.

Con él tremendo ida y vuelta de Julio Buffarini, que parecía tener un motor en el pecho y las estrategias del nuevo técnico el equipo empezó a mejorar, pero faltaban pocas fechas y la tabla de descenso empezaba arder.

Luego de un par de triunfos y empates, solo quedaba 4 fechas y San Lorenzo recibía a Newell's Old Boys perseguidor de Boca Junior aspirante al título. Se podría decir que era una tarde normal como aquellos domingos de futbol bajo el cielo nublado de aquel invierno triste lleno de nostalgia que se convertiría en uno lleno de alegría.

San Lorenzo comenzó muy bien el encuentro atacando al rival, parecía que iba a ser el primero en abrir el marcador, la gente se volvía loca, pero un remate de afuera del área de Pablo Pérez, se colgaba del ángulo derecho del arco del guardameta que sin éxitos se esforzaba estirándose sobre su palo derecho pero haciendo en vanos sus esfuerzos la pelota se colaba y enmudecía un estadio solo se escuchaba el grito de gol de los hinchas rivales - ¡GOL! – NOB se coloca encima del marcador sin hacer muchos esfuerzos. Sin embargo esto no era todo, rápidamente ampliaría el marcador tras un error de los defensores, el club oriundo de Rosario se ponía 2 a 0 adelante en el marcador. Esto parecía que era un resultado imposible de revertir, y ni siquiera eso le importó a esa gente que volvió a levantarse sobre su dolor y alentó a su equipo como nunca lo habían hecho.

Al comienzo del segundo tiempo luego de unos cambios hechos por el técnico, el Ciclón salió a buscar el partido otra no le quedaba, ya que luego tenía que visitar a Tigre en Victoria y a Independiente en Avellaneda. A los cinco minutos del segundo tiempo el juez de línea se equivoca y cobra un córner para los de Boedo. Lo patea Romagnoli, llega Gigliotti que con un gran esfuerzo logra colocar la pelota dentro de los tres palos y así colocar el descuento para San Lorenzo. La cancha empezaba a ser una locura, los de San Lorenzo enloquecidos con la esperanza de dar vuelta el resultado alentaban más y más, por su parte los de la "Lepra", seguían apoyando a sus jugadores para que no le empaten el partido.

Tan solo cinco minutos después, luego de un desborde de Buffarini, llegando al fondo lanza un gran centro que el uruguayo Carlos Bueno impacta con la cabeza y vence la portería de Peratta, toca la red y provoca el grito sagrado ¡GOOOOOL! Para San Lorenzo Charly Good clava el 2-2 la gente desaforada lo grita con todas sus fuerzas, abrazan a extraños y alientan como si el mundo acabara en cuestión de minutos.

El partido se hace de ida y vuelta. Faltan tan solo algunos minutos para que finalice este encuentro muy electrizante los dos equipos dan todos y tienen claras chances. San Lorenzo recupera el balón en mitad de cancha y se abalanza sobre el arco rival, la pelota la agarra el ingenioso Leandro Atilio Romagnoli, que jugo con el corazón. El estadio se paraliza laten los corazones azulgranas, el pipi encara al gigante de dos metros de Vergini, lo gambetea pero se queda sin ángulo para el remate, entonces ve que por el medio está llegando Gigliotti, y con su pierna izquierda lanza el centro al primer palo, el puma llega junto a su marca y se tira una palomita, llega a impactar la pelota que entra pidiendo permiso. Los jugadores rivales enfurecidos reclaman que el gol fue con la mano como aquella vez el rey del futbol Diego Armando Maradona les hizo ese fantástico gol a los ingleses, pero eso le importa ya a la gente de San Lorenzo que no lo puedan creer, nuevamente ¡GOOL! ¡GOOOL! De San Lorenzo de Almagro, se le caen las lágrimas a los hinchas que tienen una felicidad terrible, tranquilamente podrían haberse quedado en casa mirando una película disfrutando ese domingo de invierno con su familia, pero no está ahí apoyando a su equipo con su verdadera familia, aun en los peores momentos esta familia apoyó a su equipo, y este le devolvió todo su gran amor incondicional con este gran partido, y ahí están ellos festejando este gol con su familia. Un hombre desempleado, con problemas matrimoniales, festeja el gol como nunca, con lágrimas en sus ojos, porque sabe que con ese grito sagrado se desahoga de todo lo malo de la semana y que ir a la cancha es lo único que lo hace bien.

El partido finaliza, San Lorenzo vence por 3-2 a NOB, pero todos saben que esto no termina acá que quedan tres finales, que hay que ganarlas para salvar la categoría, pero eso poco les importa a estos hinchas, la alegría de estas personas es tan inmensa que nadie se quiere ir de la cancha porque saben que ahí es el único lugar de felicidad que tienen. Y ahora se viene el partido más difícil, y no es frente al puntero del campeonato, Real Madrid o Barcelona, sino es volver a la aburrida de sus rutinas de siempre esperando con ansias el próximo domingo en donde la pelota vuelve a rodar y a ver a su equipo, y su felicidad sea tanta a pesar del resultado, el amor por su club siempre va a ser incondicional.


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⏰ Última actualización: Nov 24, 2015 ⏰

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