Bajo vigilancia.

40. Fin.

Es duro cerrar una etapa.

Eso lo dice todo el mundo. Y en el fondo, sabemos que es cierto, pero, ¿qué creéis que piensan nuestros protagonistas?

Carol, que está a punto de cerrar la etapa de su adolescencia, del instituto yéndose a estudiar fuera, piensa que ese futuro que la espera, y esa nueva etapa que debe comenzar, tiene que ser lejos de la única persona que le ha marcado realmente desde hace muchos años.

Víctor, consideró que cerrar la etapa de su vieja vida, fue cuando cortó toda relación con Bárbara, pero ahora, cuando ve que está a punto de perder a Carol, no tiene seguro de si realmente no se está cerrando ahora definitivamente. Es una sensación que se le hace extraña, pero no le gusta.

Dani siente que la etapa de su instituto está muy atrás y que en cuanto comience la universidad, todo será diferente, sin embargo, no está muy seguro de que empezarla le ayude a distraerse tanto como le gustaría. Hace días que no va a las peleas, ya nadie le busca y cree que así, como por arte de magia, quizá recupere a Sara. Por otro lado, cree que la etapa que viene a continuación, será una de las mejores de su vida y no quiere desaprovecharla ni un solo minuto.

Helena, que lejos de encontrarse cerrando una etapa, piensa que vive en el presente más absoluto, pensando que su vida es larga, y no se divide de ninguna manera. ¡Qué equivocada está! No sabe que en un futuro, no muy lejano, existirá la mayor división de su vida. Y sin embargo, ni se lo plantea. Sabe que por fin, ha conseguido lo creía ansiar de manera desesperada: al chico de sus sueños.

Carlos, parece ser que está pensando en el futuro más claramente de lo que lo hace Helena, pues, cree que definitivamente, los problemas han terminado y son parte del pasado. Considera que, por fin, las cosas irán como antes del accidente, cuando ambos eran felices y estaban incluso por encima de las adversidades.

Y Sara, bueno, Sara ni siquiera puede pensar en otra cosa que no sea el futuro. Quiere o cree querer pasar página. Sin embargo, no es capaz de mirar a ningún chico cuando va caminando por la calle. Apenas habla con cualquiera de sus amigos, exceptuando a Lucas, con el que tiene alguna que otra relación a través del skype, y con el que sigue hablando con tanta alegría y vitalidad, como si nada hubiera pasado. Aún no ha sido capaz a contarle lo que ha pasado entre Dani y ella, pero sabe que una vez que lo haga, habrá conseguido seguir adelante. Y sí, cerrar ella también otra etapa, pero, en ese caso, no del instituto, sino de toda su vida.

En el transcurso de los últimos días del verano, hay uno que fue el que, automáticamente, cerró una etapa para todos, independientemente de todos esos pensamientos que tenían en su mente.

¿Queréis saber cuál fue? Estad atentos entonces a este capítulo, porque os lo relataré y entonces, entenderéis porque éste, es un capítulo final. Y porqué, aquí acaba esa etapa que he mencionado antes.

Me gustaría intentar ser clara y no alargarme, pero creo que merecerá la pena dar todos los detalles, para que, entendáis al completo cómo fue la situación real y así, quizá, entenderéis todo lo que sucedió y de qué manera se llegó a ello.

Empezaré por decir que todo ocurrió una semana antes del comienzo de la universidad. Ya era Septiembre, de hecho, era la primera semana del mes. Seguía haciendo calor, pero se notaba cómo en la temperatura habían bajado al menos un par de grados.

Por la calle, iba caminando una figura tranquila, con modos de andar casi alegres y lentos, sin prisa alguna. Una vez que se pararon sus pasos, fueron sobre la casa de su querida novia, la cual, le abrió la puerta rápidamente. Una vez que entró dentro y se acomodó, Helena le miró sin comprender qué hacía allí.

— Me pasaba para verte. —Contestó él con una amplia sonrisa.— Solo eso. Y para que me tranquilices antes de ir a ver a Julia.

— ¿Qué piensas decirle? —Pregunta ella mientras le mira con mayor atención.— La verdad es que por lo que siempre pareció, estaba muy enamorada de ti.