❝ Oh Sehun es un adolescente con una gran vida. Atractivo, inteligente, de clase acomodada y familia tipo, con numerosos amigos y una adorable novia. Sin grandes problemas en su día a día más que algún que otro asunto cotidiano.
... Siempre que igno...
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―¿Cómo la están pasando? ¿Se aburren sin mí ahí?
―Es mucho más divertido sin ti.
―Ey~, eso me pone triste ―dijo Bin del otro lado de la línea, Sehun podía prácticamente escuchar el puchero en su voz―. ¿Me estás diciendo que no extrañas a tu adorable y muy bonita hermana mayor?
―Eso es justo lo que estoy diciendo. Menos la parte de adorable y bonita.
―Hmpf, claro, ahora que andas tonteando con Luhan...
Sehun dirigió una mirada a su lado, a su mejor amigo que leía aquél libro prestado, recostado sobre su estómago en la lona que habían tirado sobre la arena, y luego a sus padres a poca distancia, sentados en tumbonas bajo una sombrilla.
Esa tarde fueron a la playa principal, donde todo el mundo iba y Sehun estaba llevándolo bastante bien. La cantidad de gente era muy irritante, pero siempre podría ser peor. Se había cubierto de protector solar y mantenido bajo la sombra, así que hasta entonces no había conseguido ninguna quemadura y solo un suave bronceado dorado. Luhan, por otro lado, nunca parecía molesto por tener el sol encima y su piel no se había enrojecido ni bronceado notoriamente, como si el color pálido se negara a abandonar su piel sin importar qué tanto se expusiera a éste todos los días.
Estaban ya a martes de la última semana que pasarían en la playa.
―Ja-já. Sabes que no es por eso. Tú solo eres insoportable ―Bin lo remedó y de fondo se escuchó lo que sonaba como música caribeña.― ¿Qué tal Colombia?
―Ay, Sehun ―suspiró―, no quiero volver nunca. ¿Debería solo quedarme aquí y que le den a la universidad y a todas y cada una de mis responsabilidades?
―Yo creo que es buena idea.
―No llores cuando me case con un colombiano y me olvide de ti para siempre ―advirtió―. ¿Cómo lo van llevando por ahí? ¿Ha pasado algo nuevo? Y no te hagas el tonto, que sabes de lo que hablo.
―Eres una cotilla de primera, ¿sabes?
―Sí ―admitió―, pero, a parte de eso, también estoy un poco preocupada.
―¿Preocupada por qué?
―Pues... no sé. Tengo un mal presentimiento. Instinto de hermana mayor... Olvida esa mierda, instinto de persona con capacidad de raciocinio mínimo.
Frunció el ceño.―¿Qué presentimiento?
―Tengo la sensación de te estás metiendo en un lío tremendo con esto a lo que están jugando ustedes dos. Sonabas muy seguro cuando dijiste que todo volvería a la normalidad en el futuro... pero a mí me suena a un montón de basura.
