Capítulo 15: Tóxico

1.1K 58 9
                                    

Narra Darwin.

Abrí lentamente mis ojos. No distinguía mucho al principio, pero en pocos segundos deduje que me encontraba en una bodega o algún almacén. Sentía mis muñecas algo atadas por una especie de metal, esposas quizás. Traté de levantarme, pero lógicamente caí, mis piernas también habían sido atadas, en cambio estas eran forzadas por un par de sogas que me tenían adherido a una silla, separando mis piernas y mis manos juntas contra el respaldo del asiento.

Un pequeño rose fue descendiendo de mis hombros hasta abandonar mi cuerpo produciendo un escalofrío por toda mi espina dorsal.

─ Al fin despiertas ─ una voz fuerte y áspera habló a mis espaldas.

─ ¿Quién eres? Anda, muestra la cara ─ dije poco convencido. La figura se postró al lado de una luz tenue y mis músculos se retrayeron al ver a mi captor.

Un hombre corpulento y alto con semblante serio que me heló la sangre con su simple presencia se mostraba indiferente a mí. Ése hombre, éste que estaba justo frente a mí era el padre del chico más dulce que había conocido, pero también era quien me tenía atado a una silla. Esto me tenía confuso.

— ¿Señor Brooks?— me quedé sin aliento.

— Sí, así es joven Watterson. Lo he estado observando — arrugue el ceño sin saber de qué hablaba, pero él igual siguió con lo suyo —. Verás, trabajo para un hombre poderoso, que tiene cierto interés en ti, no sé por qué ni me importa; me pidió de favor que te llevara con él, a Alemania, pero, como el clima no favorece te mantendremos aquí mientras tanto — sin notarlo él me miraba atento desde su estatura como si fuera poca cosa.

— ¿W-Will... William está involucrado?— él sonrió grande afirmando mi sospecha.

El miedo y mil ideas cruzaron mi mente sin cesar. ¿Entonces todo era falso? ¿Era simple actuación? ¿Por qué? ¿Con qué fin?

— Pero bueno. No culpo a mi hijo, que de repente se hizo un pelmazo gay. ¡Todo a causa tuya!— se acercó amenazante —. No sé qué mierdas le hayas hecho, pero de que me la pagas lo haces — chasqueo los dedos y en un segundo un par de hombres más corpulentos que él aparecieron desde su espalda con dirección a mí —. Donde no se vea... y eviten gozarlo — me miró por el rabillo del ojo antes de salir de la habitación y dejarme con ésos gorilas.

El más alto fue a por una caja que había dejado en alguna parte, volvió con ella en manos, sacó de ella un par de cosas que luego se las pasó a su compañero, éste me miró con una sonrisa extraña en el rostro mientras apretaba fuerte el artefacto que tenía entre manos. Me paralicé del miedo con los ojos fuertemente cerrados rogando que todo fuera una mentira y volviera a mi vida real, donde tenía a Gumball, al Gumball que me amaba y tomaba mi mano en la oscuridad al colarse en mi cuarto, que era amable y cuidaba tanto de mí, quería volver ahí, donde era feliz.

Me aferre a ése pensamiento todo lo que pude, pensando más y más en él, la única persona que podía darme fuerza para tolerar el dolor que justo ahora ésos hombres me estaban haciendo. Quería volver a casa. Quería estar con él.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Narra William

Desperté en una camilla con un dolor agudo aturdiendo mis sentidos, desplace mi cuerpo gracias a las pocas fuerzas que tenía mientras sostenía mi cabeza tratando de mantenerme en pie.

— Hola — saludó una pequeña pelirroja.

— Hey.... — dije sin ganas. Mi cabeza me estaba matando.

Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora