Capitulo 17

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Una Semana Después...

Ya estaba en vacaciones, si... Sin clases de verano ¡Siii! Todo mi esfuerzo valió la pena, al fin podre disfrutar de unas vacaciones sin recordar ninguna materia, Melanie vendría hoy a mi casa, será un desastre... Pero, no importa. No he visto a Nathan desde hace una semana, desapareció sin dejar rastro, no está en el centro comercial y si no esta allí, ¿En donde lo podría encontrar? Bueno... Lo de su padre me sorprendió mucho, por ejemplo es algo increíble: ''El padre de Nathan, es el asesino de mi padre'', já... Pero, ¿Creyeron que odiaría a Nathan por eso? El no tiene la culpa de nada al igual que yo y mi madre tampoco e igualmente estamos en amenaza de homicidio, y yo, como una estúpida niñita no se qué hacer...

-¡Alexis!- Allí estaba, el grito ensordecedor de Melanie, sacándome salvajemente de mis profundos pensamientos. Baje rápidamente de mi habitación para terminar al frente de la puerta.

-Ni siquiera me he bañado- Dije apoyando mi frente de la puerta sin aun abrir, si, sus gritos se escucharon en mi habitación- Y... Existe un timbre...

-Alexita abre, yo ni siquiera me cepillé el pelo, bueno... Nunca lo hago-Reí ante sus tontos comentarios.

-Espera un segundo-Me fui alejando para ir al baño- Y... No me llames Alexita-Grite para que escuchase y finalmente entre al baño. Lave mi rostro y salí a abrir la puerta para dejar entrar finalmente a Melanie.

-Hola virgencita- Dijo Mel dándome un abrazo de saludo y terminando de entrar.

-Sien...- Voltee a verla y ya estaba sentada en el sofá- Bueno... Me sentare yo.

-¿Y tu madre?-Pregunto discretamente, Mel le tenía miedo a mi madre, ¿Por qué? Mi madre asusta hasta a los gérmenes.

-Está en su habitación-Hoy mi madre estaba en descanso, se sentía con migraña desde hace una semana.

-¿Sabe que estoy aquí, cierto?-Pregunto dudosa.

-Sabe que ibas a venir-Fruncí los hombros y fui a la cocina a lo que Mel, me siguió.

-Vos tenés algo serio que hablar conmigo...-La mire confundida, mientras abría mi jugo de naranja- ¿Qué paso con el chico del centro comercial?-Mis ojos se pusieron como platos y casi boto el jugo.

-Shh- Dije tapándole la boca antes de que hablara mas- Vamos...- Tome sus hombros y la empuje hasta arriba, llegamos a mi habitación e hice que se sentara en el mini-sofá que estaba allí- Mi madre no puede enterarse que hablamos de la palabra, ''Chico''.

-Tranquilízate, tengo más miedo que nos encuentre aquí-Fruncí el ceño, dios Mel me confunde cada vez mas.

-¿Por qué? Solo estamos en mi habitación.

-Puede pensar algo malo- No entendía.

-¿Cómo, que?

-Puede pensar que vos y yo somos lesbianas- Me miro yo estaba a punto de explotar de la risa.

-¡Melanie! Jajaja-Tape mi boca tratando de que me madre no escuchara el desorden que Mel crea en mi- Nunca llegaría a pensar que soy lesbiana.

-Bien... Solo digo.

-Bueno... Si te cuento algo ¿No se lo cuentas a nadie?-La vi directamente a los ojos, haciendo contacto visual, algo que odia y esquiva mi mirada.

-Te lo prometo, pero no sigas haciendo eso, sos una hipnotizadora de ojos.

-Ese chico-Dije susurrando ''Chico''- Se llama, Nathan. Lo conozco desde el año pasado, digamos que fue un... Amigo con derecho, nunca considere algo serio, creo que llegue al extremo de quizás...-Pensé claramente lo que iba a decir- Enamorarme, pero algo me hizo cambiar de parecer en un segundo...-Suspire- Nathan, quería tener sexo conmigo...-Los ojos de Melanie se abrieron levemente- Yo, claro pensaba que era algo que no debía, pero no se... Ni siquiera lo considere...

-Wow... Qué suerte tenés.

-Mel... ¿Puedes tomarte esto en serio?-La mire seria.

-Ja- Rio a lo bajo y me miro burlona.

-¿Tu lo considerarías?-Le pregunte.

Duro unos segundos en responder...

-Si...-Mis ojos casi se salen. Ella rio.

-Melanie!-La mire incrédulamente.

-¿Qué? Ese chico esta violable -Reí.

-¿Tu eres virgen?-Pregunte a lo que corte la risa que tenia. Me miro seria.

- Pues, claro!-Me miro aun seria.

- Bueno, solo digo...-Dije repitiendo sus mismas palabras.

Pasamostoda la tarde hablando de puras estupideces, mi madre nunca salió de suhabitación, Mel se fue alrededor de las 7 de la noche, otra vez estaba sola enmi habitación, mi celular era el único que me hacia compañía a lo que temía quellegara otro mensaje... Simplemente por el hecho de que ya no había un asesinosuelto me calmaba, pero ¿Si el padre de Nathan no es el único? ¿Tendría quemostrar los mensajes a la policía? ¿Aun estaba en peligro? Preguntas ypreguntas rondaban en mi mente sin respuesta alguna. El sonido de un mensaje deWhatsApp me saco de mis pensamientos, solo recé porque no fuera un mal mensajey al bajar la ventanilla de notificaciones...(!rc(I�N�=�}U

El Ladrón Y Su RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora