Así comienza la historia de mi vida, la historia de un amor prácticamente imposible, la historia de un amor que murió en una noche de invierno...
Y sí, ahí estaba yo de nuevo, allí encerrada en mi habitación, una habitación oscura, una habitación llena de tristeza. Al frente de una ventana estaba mirando a las personas pasar de un lado a otro observando como se perdían en la lejanía y triste soñaba con que algún día pasará por mi ventana aquel hombre del cual un día me enamoré, aquel chico al que nunca pude confersarle mi amor por él, un amor que era verdadero, puro, un amor incondicional.Y así pasaron los años, los meses, los días y las horas. Hasta que en una noche de invierno, un invierno que había comenzando antes de lo esperado me encontraba yo al lado de la chimenea de mi casa, leyendo sobre los misterios del amor; en ese momento sucedió lo que nunca me hubiera imaginado el teléfono estaba sonando, pero era demasiado tarde como para recibir una llamada, así que no conteste, el teléfono dejó de sonar por un momento pero volvió a repetirse la llamada. Asustada me levanté del sillón y conteste.
- ¿Hola? (Un silencio me acompañaba al otro lado)
Si hola ¿Quién es? (Repetí de nuevo)
-Buenas Noches... ¿Hablo con Bárbara Smith?
-Sí, ella es. ¿Con quién hablo?
-Perdón por tomarme el atrevimiento de llamar a esta hora señora Smith, pero mi señor me lo ha pedido.
-¿Su señor? (me repetí) - ¿Quién se lo ha pedido?
-Señora... Quizá usted no lo recuerde pero se trata del señor Andrew.
-¿Andrew? Claro que lo recuerdo... Pero llevo años sin saber nada de él.
-Lo sé señora Smith por eso mismo me ha pedido que la busque, el señor Andrew desea verla.
(Un silencio se prolongó por varios segundos)
-¿Señora Smith? -¿Se encuentra ahí señora Smith?
-Lo siento señor, comprenderá que la noticia me ha tomado por sorpresa.
-Lo sé señora Smith y lo lamento mucho... Pero le agradecería que me diera una respuesta. El señor Andrew la está esperando.- ¡Claro! Lo veré cuando él crea que sea prudente.
-Sería posible mañana en la cafetería Andalucía a la 4:30pm?
-Sí, es posible. -Allí estaré.
-Muy bien le informar al señor Andrew. - Que tenga buena noche.
-Buenas Noches.
Al colgar el teléfono un miedo inmenso se apodero de mi en ese momento.
¿Por qué Andrew quiere verme? ¿Qué estará pasando con él? ¿Por qué se le ha ocurrido llamarme a esta hora? Millones de preguntas me pasaban por la mente en ese momento pero a ninguna le tenía respuesta. Sólo quedaba esperar a a que fueran las 4:30 para poder saber lo que sucedía.
Consternada por la llamada me dirigí a la cocina por un té, el reloj iba a dar la una de la mañana, en ese momento decidí que no iría al trabajo necesitaba pensar, poner en orden mis sentimientos y saber por qué tenía tanto miedo de verlo de nuevo.