Capítulo 3 - Contactos

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***

Rubén nuevamente se posa a mi lado para mirar hacia las calles.

—¿Sermón del mejor amigo? —le miro de reojo.

—Algo así. —ríe despacio— es un puto entrometido, pero le quiero.

—¿Y qué te ha dicho? —pregunto.

Él me mira no muy confianzudo. Ah, historias, ¿no?

—La noche es larga. —explico.

—Vale...

Entonces comienza a contarme su historia.

Pues...bien. En resumen: él tiene una novia. Bueno, ex novia hace una semana, con la cual llevaba algo más de un año y pico, mona pelirroja amante de los gatos según la descripción de Rubén el cual ella pateó por infidelidad. Hostia...

¡Claro! Con la excusa de que estaba ebrio en una fiesta, se besó con una tía, y para mala suerte aquel momento fue captado. Madre mía.

Y por supuesto, su novia no tardó en que la noticia le llegara acoplada con la foto y todo se fue a la mierda, haciendo que la tía sacara su furia interior, tomara sus pertenencias y se mandara a cagar hostias.

Y es eso lo que lleva al sermón de Mangel, con el discurso de que se de un tiempo, y blablá.

Tío, que solo estamos conociéndonos.

—¿Y estás bien? —digo luego de su desahogo.

—Bien y disponible, nena. —me mira perversamente, pero de coña.

—Para ahí, Rubencio. —extiendo la palma de mi mano en señal de STOP— tu amigo tiene razón, no intentes nada con nadie aún, ¿vale? —le apunto.

—Claro está. —me responde.

—¿Y no estás dolido, o algo? —pregunto luego.

—Bueno, al principio sí, los primeros días di una excusa barata en twitter y no subí videos, estaba en plan post-ruptura, me encerré en mi piso con mis gatas y tal a jugar videojuegos, luego Mangel llegó corriendo y bueno ahí él me ayudó sentimentalmente hasta que acepté que el error fue mío, y si perdí a Jenni...ya que, se le entiende. Lo malo es que teníamos una gatita en común, y se la llevó.

Le miro a los ojos, si soy sincera no se le ve del todo destrozado. Aunque hay que decir que sus muchas latas de cerveza tendrán que ver con eso ¿no? Pero de todas formas tiene un escaso brillo en sus ojos que deben ser por lo que me acaba de relatar. ¡Pero vaya que la lió con ponerle los cuernos!

Ya luego de tocar el tema de su ex novia seguimos hablando de la vida, contándole que soy mitad británica y él contándome que es mitad noruego. Vale, creo que eso sí lo sabía.

Luego hablamos de youtube, videojuegos y esas cosas que él hace, después sobre mis estudios de diseño gráfico, y después me cuenta sobre sus planes, sus futuros viajes a Latinoamérica y así.

Así estamos afuera bebiendo y contándonos historias al azar, echando risas y tal.

Saco el móvil y...joder, ya serán casi las cuatro de la mañana.

—Anda, entremos. —le digo.

—Vale.

Entramos y la fiesta que se montó hace ratos ya está apagándose. Varios de los chicos ya se han ido, Mangel y mi Willy están hablando con caras de que ya se les apaga la batería, Eva está recogiendo algunas cosas y Alexby le ayuda.

—¡Guarro! —le llamo.

Willy se para y llega a mi alcance, donde me fulmina.

—He sido yo quien te invita y has estado todo el rato con este tío. —dice cómico, apuntando a Rubén.

—Willy, relaja tus tetas. —le responde él.

—Vale, ya me voy, estoy muerta, pediré un taxi.

Le doy un apretón de cachetes a mi guarro, luego un beso en la mejilla y me voy hacia la puerta sin antes despedirme de un cálido abrazo de Eva.

—Que guay fue conocerte, anda, dame tu número a ver si coordinamos algún día.

Sonrío. Pues sí, esta chica me cayó bastante bien.

Intercambiamos los números y me despido de Alex que está durmiéndose de a poco.

Rubén se acerca hacia mi, casi corriendo.

—Eh...si quieres, me das tu número.

—Ya —ahora intercambio número con él, me despido y me voy.

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<3



Heartbreaker (RUBIUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora