Fue mi error

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Si tan solo no hubiera tomado vuelo tan rápido.

Ese fue mi error. Pensé, cuando me recosté en mi cómoda cama y mire el techo.​

Es que fui tan tonto, tan idiota, tan desesperado por querer tenerte entre mis brazos y decirte cuanto te amaba cada cinco segundos, aunque ya estuvieras harta de oír lo mismo a cada rato, sabía que te gustaba.

Aún recuerdo claramente el día en que nos citamos para vernos, fue en Starbucks, nuestra cafetería favorita, nuestro punto de encuentro siempre. Yo como todo chico bueno tomaba el autobús 1 hora antes de la hora indicada y te esperaba porque te  tomaba tiempo arreglarte, aunque para mi eras perfecta, de cualquier forma, esa era tu excusa la mayoría de veces que demorabas.

Cerré mis ojos y fue entonces cuando por mi mente apareció ese ‘flashback’ cuando te dije lo que sentía, con mucho temor, con muchos nervios, sosteniendo tus manos, ahí te tenía junto a mí, tan cerca que esperaba que dijeras que sí para poder abrazarte y besarte, porque desde hace mucho tiempo ya me moría de ganas por hacerlo.

-“Entonces... dime, sí, no, toda respuesta es bienvenida pero no digas no sé”-

Ahora admito que empecé a presionarte un poco y tal vez por eso dijiste que sí sin estar del todo segura, pero yo estaba tan feliz de que hayas aceptado que te abrace con todas mis fuerzas  y me quede contemplando la luna que estaba muy bella esa noche que nos iluminaba y solo le dije gracias por esta gran oportunidad y por haber aparecido tan bella esa noche iluminando mis ideas para ser claro en todo sentido contigo.

Que cursi que fui, es lo que ahora pienso.

-“Oye, no vamos a hacer eso todavía”- Fue lo que me dijiste después de separarnos del abrazo y señalar una pareja que se estaba besando, entonces entendí que aun no era el tiempo correcto de besar tus labios, tendría que esperar un poco.

Salimos del parque en el que habíamos estado, cruzamos la calle de la mano, de tu suave mano y me sentí de maravilla , te volví a abrazar apenas llegamos a la esquina y luego me dolió el corazón al verte partir con un poco de tristeza en tus ojos, tanta que pensé que tal vez el sueño que estaba viviendo se convertiría en pesadilla, quité todo pensamiento malo y llamé a mi mejor amigo, Liam.

-“Liam, soy Ezra, ¿adivina qué?”- Le dije muy entusiasmado.

-“¿Qué Ezra, Qué?”- Me dijo con su voz adormilada, parecía que recién se estaba levantando  y eran las 8 de la noche.

-“Me dijo que sí”- Grité en medio de la calle atrayendo la atención de los transeúntes quienes me miraron raro pero me dio igual, nada me podía quitar esa felicidad.

-“¡Felicidades hermano!”-

Sí ,felicidades, la palabra perfecta que se dedica cuando consigues lo que quieres, cuando por fin alcanzaste lo que querías, cuando por fin podía decir que mi enamorada eras tú y no podía aguantar las ganas de presentarte frente a todos mis conocidos y decirles con mucho orgullo que tú eras la que se había adueñado de mis pensamientos, la que tenía mi corazón, la que me robaba las ganas de prestar atención en las clases de la universidad y que en varias ocasiones con la que me gastaba el crédito del celular mandando mensajes y cuando no respondías me quedaba mirando la pantalla esperando a que lo hicieras con mucha ansiedad.

-“Solo no estoy segura, tal vez no funcionará”- Fue lo que me escribiste en un mensaje de texto a media noche, disculpándote por haberme dicho que sí sin estar segura completamente pues antes me habías dicho que no querías volver a lo mismo por la anterior relación que habías tenido.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2013 ⏰

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