Conozco el terror en el folio en blanco, el miedo de retroceder y avanzar.
Casi estoy segura de haber besado el infierno, que en tus labios se encuentra.
Para una chica de mi edad el pecado que comentó contigo a sido el más fallido de los placeres.
No hago más que observar la lluvia, y escuchar el tintineo leve, y el caminar de las calles.
Cuando volteo a mi alrededor me asusto, no entiendo al señor que levanta la mano y me dice que esbocé una sonrisa mientras el llora.
O la mujer que ofrece un poco de pan a aquel que está tirado en la miseria cuando ella no puede sostenerse.
Veo al chico enamorado llevando flores a su amada y me pregunto qué bien le haría el amor al mundo.
Sollozo lentamente como mi alma se encuentra revocada en aspiraciones.
Una poeta pérdida.
Un porta voz.
U pequeño susurro de tus oídos.
Te repito, no vengo a contarte una historia, vengo a hablarte de la soledad y sobre aquello que la gente no reconoce que existe por qué sólo damos pasos hacia atrás.
Y no utilicemos metáforas absurdas, esto no es la vida real.