Lemonade Stand: Capítulo Extra
—Diablos, necesito ver una película romántica urgentemente—dije, pasando entre los canales de la televisión rápidamente, sinceramente no estaba muy interesada en mirar alguna película, sólo necesitaba un poco de abrazos y dulzura. Obviamente algo que Luke no me estaba dando debido a que se encontraba mandando textos como loco en su maldito teléfono. Ah, perfecto, me había molestado, ahora iba a empezar a maldecir, todo por culpa de Luke. Dios, cómo lo odio—. Eh, rubia, hazme caso.
—Ñam...—Fruncí el ceño, girándome a verle, él no elevó la vista incluso cuando mi mirada se intensificó más. Resoplé.
—¡Luke!—grité, saltando en el sillón para acomodarme mejor y molestarlo, él levantó sus ojos y se clavaron en mí, confundidos—. Voy a creer que me estás engañando.
Luke bufó, rodando los ojos.
—Es sólo Michael, cálmate, Dee—Elevé las cejas, tratando de parecer indiferente, aunque en mi interior eso me molestara. Y no, no me enojaba porque le hablara a Mike, él es increíble, un idiota, pero increíble. Estaba cabreada porque llevaba semanas así, mandando textos, ignorándome olímpicamente y las únicas veces que manteníamos una conversación era cuando le hablaba de pizza, algo que ciertamente no me molesta, pero que era aburrido si ¡hablabas de eso todo el tiempo y peor con tu novio!
Mi mente formó miles de respuestas sarcásticas y completamente groseras, incluso rayando a mi límite de palabrotas, por lo que antes de comenzar a golpearlo, me levanté del sillón y caminé hacia mi habitación (en realidad era el cuarto de ambos, pero como estaba molesta, era sólo mío por el momento).
—¡Estúpido Hemmings!—Vale, necesitaba descargar al menos uno de mis insultos. Escuché cómo gruñía desde la sala, pero no me siguió.
Me eché a la cama a dormir porque si estoy molesta, voy a dormir, dormir es mi novio perfecto, Dios, ¿por qué no puedo casarme con "Dormir"? ¡Le llamaría Dormi y seríamos tan lindos juntos!
No, retiro lo dicho, quiero a Luke, incluso aunque sea detestable.~•~• Lemonade Stand ~•~•
—Luke, estás siendo insoportable en estos momentos—repliqué, deteniéndolo de seguir su argumento sobre lo bellos que eran los pingüinos. Amaba en serio cómo se iluminaban sus ojos cuando hablada de algo que le gustaba, pero de pasar de "Hey, Dee, sólo le estoy texteando a Michael" a "Olvidémonos de ese idiota y hablemos como nunca", seriamente me molestaba—. No entiendo, me trajiste a éste restaurante y...
—Es que estoy nervioso—contestó, pasando sus manos por su cabello y desordenándolo por completo. Enarqué las cejas, mirándolo inquisitivamente. Luke no levantó la vista de la mesa y del pequeño pañuelo blanco bordado con dorado con el que estaba jugando, me contuve de soltar un "aw" y besarlo, porque se miraba tan lindo mientras hacía un pequeño puchero y...¡no, estoy enojada con él, debo dejar de distraerme con lo muy adorable o ardiente o perfecto que se vea! ¡Debo golpearlo! ¡Ugh! Cómo lo odio.
—¿Nervioso? ¿Por qué?—pregunté indiferente, tratando demasiado en no lanzarme a abrazarlo, me había recordado a lo tímido que se comportaba cuando me conoció en aquel puesto de limonada. Tonto puesto de limonada, en realidad. Y bueno, últimamente era más abierto conmigo, pero verlo retroceder así en su comportamiento era...matador.
—Es que...—Suspiró, jugando con sus dedos mientras daba saltitos en su asiento y miraba alrededor del restaurante nervioso—...aún no vienen.
—¿Venir? ¿Quién? ¿Invitaste a Jack?—pregunté, la última casi en un grito, Luke se fijó en mí con el ceño ligeramente fruncido y negó con la cabeza—. Jack no me trataría así—Él soltó una risita, me aplaudí a mí misma mentalmente por poder hacerle sonreír y aligerar un poco su nerviosismo.
—¿Qué tienen todas con mi hermano?—inquirió, mirándome divertido, me encogí de hombros.
—Él está bien bue...—Unos gritos me interrumpieron de terminar mi frase, me giré para ver quiénes eran los idiotas que no me dejaron terminar y noté que eran idiotas que conocía. Y venían vestidos de traje.
No sé porqué, pero me eché a reír.
—Cállate, Dee—dijo Michael, sosteniendo una guitarra en brazos. Solté una risita tonta—. El idiota de aquí nos pidió un favor...
—Lo estás arruinando—comentó Ashton, empujando a Mike un poco, haciendo que él le devolviera el golpe en el hombro. Ashton soltó un gemido.
—Cálmense, estamos en un restaurante—Calum separó a ambos chicos y se puso en medio, sonriéndome dulcemente—. Lo siento, Dee—Negué con la cabeza, riéndome, no me importaba en lo más mínimo que Mashton se haya puesto a pelear en medio de un restaurante, se me hacía divertido, en realidad.
—Odio ésta banda—murmuró Luke, levantándose de su asiento mientras me lanzaba una mirada de disculpa.
Calum golpeó levemente a Michael, sacándolo de su trance (en realidad creo que estaba mirándole el trasero a mi novio, pero lo dejaré ser porque...es un buen trasero y amo a Muke más de lo que amo la pizza).
—Clum, no me pegues—Le dio una mala mirada a su amigo y empezó a tocar, no tenía ni idea de qué tocaban, pero aún así mantuve una sonrisa idiota en mi rostro—. Espera, ¿qué canción estamos tocando?
Luke se golpeó la cabeza con el menú.
—Wrapped Around Your Finger—contestó Ashton, Calum se giró hacia él confundido.
—Pensé que era Vapor.
Luke me miró medio suplicante y medio arrepentido. Me reí porque mirarlo así era demasiado divertido.
—¿No estábamos cantando algo de One Direction? Estaba tocando los acordes de You and I—mencionó Mike, mirando a los tres miembros restantes de la banda.
Luke maldijo en voz alta.
—¡Les dije que íbamos a cantar Just The Way You Are de Bruno Mars!—gritó exasperado y claramente frustrado. Los demás chicos asintieron sincronizadamente y yo me eché a reír. Luke se arrodilló, sacó una cajita forrada de terciopelo de su bolsillo y me tomó las manos, dejando abierta la caja. Mis ojos se abrieron como platillos al ver el anillo de compromiso y rápidamente lo miré. Él me devolvió la mirada suplicante—. Sólo dime que te casarás conmigo antes de que estos idiotas recuerden cómo iba la letra y empiecen a cantar.
Imité a un pececito al no saber qué contestarle, porque no estaba preparada para esto y la impresión no me dejaba hablar.
—¡Ya me acordé cómo va la letra!
—¡Dee!—suplicó Luke, sus ojos azules expresando lo mucho que deseaba que hablara. Bueno...parte de mi cerebro estaba teniendo un malfuncionamiento y se estaba reparando, pero pude lograr asentir.
Muy impresionante ya que me había quedado petrificada de la impresión.
—¿Dijo que sí?
—¡SANTOS CERDOS, DIJO QUE SÍ!
—¡NO GRITES EN UN RESTAURANTE, CALUM!
—¡MUÉRETE! ¡LUKE ES MEJOR QUE TÚ DANDO ABRAZOS!
—¡NO ES CI...!
—Chicos, Luke no respira...
Me tiré a abrazarlo porque...bueno, demonios, acababa de pedirme matrimonio, algo tenía que hacer aparte de asentir como idiota. Luke se desequilibró un momento, pero luego pudo erguirse y abrazarme con fuerza. Oculté mi rostro en su cuello y él soltó un suspiro de alivio.
—Por eso no te hablaba en estas semanas, no tenía ni idea de cómo coordinar esto—comentó, su agarre en mí se intensificó.
—De todas formas salió mal—dijo Michael en un tono de voz burlesco que me arrancó una sonrisa. Luke gimió.
—Cállate.
Besé su cuello suavemente, oliendo su perfume.
—Te amo, idiota.
—Te vas a casar con este idiota, eh—comentó divertido. Escuché la risa de Ashton a lo lejos y una guitarra tocando una melodía.
—«Her eyes, her eyes...»
—Mierda, ya se acordaron de la canción—maldijo Luke por lo bajo, haciéndome reír.Hace un tiempo, realmente no me habría visto aquí, abrazando al amor de mi vida, quien resultó ser un chico alto, rubio y bien idiota, cantante de una de las bandas más increíbles del mundo en su totalidad, en camino a una boda y una vida matrimonial. Hace un tiempo estaba en un puesto de limonada obligada. Supongo que a veces, lo que al inicio comenzó como una mala jugada de la vida, puede terminar siendo algo más importante y valioso, sólo hay que ser suficientemente valientes para tomarlo.
----LS----
Final de la historia...creo.
-Adde
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Lemonade Stand » lh (Short story)
Fiksi Penggemar11:11 am, atendiendo a la gente, ahí se encontraba ella. Sonriendo, les daba un vaso de limonada a los clientes. Recibía el dinero con su mano izquierda y entregaba el cambio con la derecha. Atendía un puesto de limonada. Historia corta. TODOS LOS...