Perdidas.

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H O R A  1
-No debí confiar en ti.-dije un tanto exasperada.
-No debí viajar contigo.-dijo Kath igual de exasperada.
-Si no te gusta, puedes bajarte.-Ok tal vez no era el momento de decirlo, pero tenía que hacerlo, 3... 2... 1... Vomito verbal-Al cabo, sólo era sexo por conveniencia, después de todo, soy solo la chica a la que pagas con sexo por una mudanza.
-Me estás diciendo puta?-dijo mirándome con una cara de asombro... Y algo de decepción.
-Perdón... N-no quise decir eso... No es momento de echarnos la culpa.-dije mirándola a los ojos muy fijamente, quería que viera que estaba hablando en serio.-Hay que... Mejor hay que buscar una solución.
-Si.-dijo fría.

Ya estaba oscureciendo cuando nos topamos con una gasolinera al estilo de las películas de terror.
Kath y yo nos miramos cuando las luces empezaron a hacer corto, ella estaba pálida.
¿De verdad estábamos viviendo una película de terror o solo lo parecía?
-Baja tu-dijo Kath poniéndole seguro a su puerta."Chivo expiatorio" fue lo que pensé al bajarme del auto. Actuaba lo más relajada que podía, pero de verdad me costaba.
Ding Dong sonó la campana al abrir la puerta del mini mercado de la gasolinera.
-Hola.-dijo un chico de cabello negro enmarañado con pinta de satanico.
-Oye ¿Que lugar es este? Resulta que mi... Qué mi amiga y yo nos perdimos hace un rato.
-Oh... Ya ¿A dónde se dirigen?-pregunté donde mierdas estoy.
-A la ciudad.
-Desde esta gasolinera a dos "calles" giran y siguen derecho, cuando topen a la carretera gira a la izquierda y volverás al camino.
-Ah... Gracias.-tome una cajetilla de cigarros y dos cafés.

-Ya lo tengo-dije entregándole un café a Kath.
Seguir derecho, vuelta, derecho y... No había ninguna carretera.
-¿Segura que tomaste bien el camino?
-Si, ese maldito idiota.

H O R A  2
Después de dar vuelta un rato llegamos a la conclusión de que no había salida, además, ya estaba muy oscuro.
Estábamos en medio de la nada, sin teléfono (no teníamos internet), sin un lugar para dormir y ambas estábamos molestas.
-Oye, perdón por lo que dije hace un rato. Estaba muy molesta y no pensé lo que dije.
-¿De verdad piensas eso de mi?
-No, eres... Una chica linda... Tal vez fue por l-me interrumpí, ella no podía saber que sus frías palabras me habían afectado.
-¿Por lo de...?-Miré hacia afuera y encendí un cigarrillo.
-Joder... Es que cuando fuimos con Jean... Tú dijiste algo...
-Ya entendí, "es solo sexo rápido"
-Si... Y...
-Te dolió.
-Ajá.
-Oh.
Después de eso nos quedamos en silencio.
-Deberíamos buscar donde dormir-dije tratando de liberar la tensión que había.
-Voy a serte sincera-¿respecto a que?-No creo que haya nada por aquí.-demonios.
-Bueno, tienes razón.
-Tengo bolsas de dormir en las cajas.
-¿Qué? Por qué?
-O podríamos dormir en el asiento trasero, algo estrecho, pero cabemos las dos, creo.-eso sonaba bien, muy bien.-Por tu cara diría que te suena mejor la opción numero dos.-sonreí y ella también.
Después de sacar una manta de una de las cajas nos recostamos las dos, algo estrecho, pero nada mal, para nada.
-Esto es algo... Estrecho, pero es cómodo, tú eres cómoda.-risita de Kath.
-Gracias, creo.-dije y pase uno de mis brazos por su cadera en un abrazo algo complicado, ella se pego más a mi (aún más). Enredamos nuestras piernas y oía como su respiración iba haciéndose más lenta, más relajada.
De un momento a otro Kath quizo darse la vuelta ocasionando que yo cayera.
Ambas reímos.
Después de reacomodarnos ella estaba de cara a mi, nuestras piernas enredadas y ella se estaba quedando dormida.
-Te perdono-dijo con voz adormilada.
-No te preocu-se había quedado dormida.
Puse una de mis manos en su cuello y la moví de un lado a otro. Recorrí su cuello hasta llegar a su mejilla y luego a sus labios, después a sus ojos y finalmente aparte un mechón de cabello de su frente.
La besé con delicadeza, mejor dicho: puse mis labios sobre los suyos y los deje por un buen rato ahí.
-¿Intentas violarme?-dijo Kath abriendo sus ojos lentamente y con voz adormilada.
-Si, no me obligues a atarte-está vez su risa no fue delicada.
H O R A  3
Tuvimos sexo.
H O R A  4
Dormir.
H O R A  5
Dormir.
H O R A  6
Desperté y mire el reloj del tablero. 4:00am, ya no me volvería a dormir.
Me levanté cuidadosamente como pude y encendí el motor.
¿A dónde debía ir? Estábamos pérdidas, así que gire primero a la izquierda y tome una de las calles, seguí derecho y luego gire a la izquierda.
Llegue otra vez a la gasolinera y esta vez había una chica con una camisa térmica y una gorra.
-Disculpa ¿la carretera a la ciudad?
-Oh ¿quieres un mapa?
-Me sería de mucha ayuda.
-Ten-me extendió un papel ¿quien usaba mapa en estos tiempos?
-Gracias.
Salí de la tienda y encendí la linterna de mi teléfono marque la ruta y la pegue en el tablero con cinta que saque de la guantera. La volvía guardar y encendí el motor.

H O R A  6
Eran las 5:15 an cuando Kath despertó. Se paso hacia el asiento de enfrente provocando que el mapa cayera.
-Hay cinta en la guantera.
En el momento en el que Kath sacó la cinta algo resbaló. Era una foto de Junko y yo en uno de los tantos bares que visitábamos.
-Ella es-la interrumpí.
-Si, es ella.
Seguí conduciendo, hasta que vi la ciudad de lejos.

Las cosas que pasan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora