The Griers

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Estaba en la sala de cine de casa junto a Shawn y un tarro de helado viendo una película de miedo. Mientras Shawn colocaba la película yo cogía de su tarro y me lo ponía en el mío como cuando éramos pequeños. Cuando la película comenzó ya me empezó a dar miedo, sinceramente no sé que película era y después de verla estaba segura de que no lo quería saber. A mitad de la película la niña baja las escaleras la muy estúpida. A ver, si estas escuchando ruidos en la planta de abajo de tu casa y estas completamente sola, ¿por que bajas? Es mas lógico que te escondas debajo de la cama o bajo la manta (que no sirve de nada pero admitir que todos nos escondemos debajo cuando tenemos miedo). Bueno, que me voy del tema. La estúpida niña sin cerebro comenzó a bajar las escaleras, y de repente suena la música esa que sabes que te avisa de que algo va a pasar, y yo estaba muy atenta de que pasaría porque no quería asustarme, pero pasó algo peor. De repente alguien apareció por detrás de mi asustándome haciéndome saltar, al mirar la pantalla salió un diablo o no sé qué leches era eso, pero acojonaba, lo más gracioso es que como tan estúpida que soy me volví a girar hacia atrás encontrándome ahora a dos pares de ojos azules. Como cualquier otra adolescente de hormonas revolucionadas me habría quedado embobada mirando esos preciosos ojos, pero como no soy normal y encima soy bruta, volví a chillar y seguidamente a uno le pegué una bofetada y al otro le tiré el tarro de helado por encima para seguidamente salir corriendo.

Al llegar a la puerta de mi habitación recordé que me había dejado el teléfono en la sala de cine. Al llegar no había nadie así que cogí el teléfono y miré la hora, eran las 10.30pm así que decidí ir a la cocina a por algo de cenar. Al entrar me encontré a Shawn lavándole el pelo en el fregadero al chico al cual le había tirado el helado, y riéndose de él al chico que le pegué la bofetada que se encontraba sentado en la barra americana.

-Lo siento. -dije avergonzada una vez entré a la cocina.

-No te preocupes, no creíamos que reaccionarias así. -dijo riendo el chico de la bofetada. -Por cierto, soy Hayes. -dijo tendiéndome la mano y sonriendo.

-Andrea. -le correspondí.

-Yo soy Nash.-gritó el chico de la cabeza en el fregadero levantando un poco la cabeza por lo que se llevó una colleja de parte de mi primo.-¡Shawn!

-¿Quieres callarte? Tienes el pelo asqueroso.

-¿Y si te duchas?-pregunté. Los dos se miraron y Hayes comenzó a reír.-¿He dicho algo malo?

-No, tranquilan es que los muy estúpidos no habían pensado en eso.-dijo aún riendo y comencé a reír con él mientras Nash salía de la cocina acompañado por Shawn.

-¿Conoces ya al resto de la casa?-preguntó Hayes cuando ya habíamos parado de reír.

-No lo sé, creo que me faltan unas siete personas.-dije riendo y el me siguió.

-¿Así que tu eres la famosa prima de Shawn?

-Sep. ¿Y vosotros sois hermanos?-pregunté refiriéndome a Nash.

-Eso creo.-dijo riendo.

-¿Como habéis terminado los dos aquí juntos?

-Somos hermanos, se supone que tenemos que ir juntos a todas partes.

-A mi me separaron del mío.-dije agachando la cabeza.

-¿Tienes mas hermanos?-asentí con la cabeza-Shawn no nos ha dicho nada.

-Bueno, no es mi hermano biológico, pero tenemos los mismos apellidos.

-No entiendo.-dijo rascándose la nuca.

Me senté en la encimera a su lado dispuesta a contarle la historia.

-Antes de ser adoptada por los Sñrs. Smith, fui adoptada por la familia Russet, pero la señora Russet murió y su marido no nos quería así que nos devolvió al orfanato. Logan, mi hermano pequeño, también era adoptado pero nos cuidábamos como si fuéramos hermanos de sangre.

-Shawn no nos ha hablado de él.

-Shawn no sabe de su existencia. Esto fue hace tres meses y llevaba años sin hablar con Shawn.

-¿No se lo piensas decir?

-No lo sé.

-Deberías, y deberías pedirles a los Smith que lo adoptaran.

-No lo harían.-negué.

-Claro que sí, tu estas aquí porque Shawn pidió que te adoptaran al llegar aquí y siempre lo ha pedido.

-Acabo de llegar, no me escucharían.

-Claro que sí, pero si no confías en eso, siempre te queda Kian.

-¿Qué tiene que ver Kian?-pregunté frunciendo el ceño.

-Hacen cualquier cosa por complacerlo.-se encogió de hombros.

-¿Qué le pasa con ellos?

-Eso te lo tiene que contar él.-dijo dando un saltito para bajar de la encimera.

-¿Cuantos años tienes?-preguntó repitiendo su acción.

-Quince, tu también ¿no?

-Sep, al fin alguien de mi edad.-dije riendo.-Pero no te he visto en clase.

-Este colegio es muy extraño, va por niveles, no por edades, por eso vas con Kian que es mayor y por eso vas al curso A en vez de a primero o segundo grado como en otros colegios.

-¿Y tu en cual estas?-pregunté cogiendo una manzana y mordiéndola.

-En el E.-dijo Kian entrando por la puerta.

-¿Desde cuando estas ahí?-pregunté señalando la puerta por la que había entrado.

-Solo te voy a decir que el próximo Smith que habrá en esta casa se llamara Logan.-dijo quitándome la manzana de las manos para morderla y sonreírme. Corrí a abrazarlo y le llené la cara de besos.-¿Por que estas rojo?-preguntó Kian aún con un brazo en mi cintura.

-No quería que supiera mi grupo.-murmuró Hayes.

-He no te preocupes.-dije riendo.

-Claro que no, peor es que Nash con dieciocho años también esté en ese grupo.-dijo Kian riendo.

-Bueno, en artes estoy en el A.

-¿Iras con nosotros?-pregunté y él asintió sonriendo.

Hablamos un poco mas con Hayes y decidimos irnos a dormir. Subimos a la habitación.

-¿Qué tal la película? ¿Aún quieres dormir conmigo?

-Me da miedo dormir sola...-mentí, ya que en realidad no había terminado de ver la película.

-Anda ven.-me abrazó.-Venga te dejo algo y te cambias.

-Tengo mi pijama ahí.-señalé el pijama sobre mi cama.

-Prefiero que duermas con algo mío.-sonrió pícaro.

-Pues quiero eso.-señalé la camiseta de baloncesto de los Lakers que llevaba puesta.-el sonrió, se la sacó y me la dio. Me saqué la mía y en seguida me puse la suya, se quitó el pantalón y se acostó en la cama en bóxers, por lo que yo me quité mis pantalones y me acosté a su lado. Apagó la luz y me abrazó por la cintura.

-Te prometo que haré lo posible por traer a Logan.-me giré para quedar cara a cara con él y abracé su torso.

-Te quiero Kian Lawley.-confesé mirándolo a los ojos y él también sonrió.

-Te quiero Andrea Russet.-besó mis labios y me acomodé en su pecho para al poco rato quedar dormida.







Viviendo con...¿21 chicos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora