¿Enamorados? Falba #2

8~ El mayor imbécil

Narra Facundo

La gira estaba por comenzar, yo cada día me concentraba en entrenar, trabajar y salir de vez en cuando. Últimamente tenía la cabeza en cualquier lado, sentía una culpa y un preocupación en el pecho. Era Alba. Era el hecho de estar alejados de nuevo. Aveces me preguntaba por que mierda salí tan cobarde, no podía enfrentar la situación, tenía miedo, miedo de que me rechazara, que perdiera la hermosa relación que teníamos.

Era Sábado, ya levantado recibí un llamado de mi madre y me dijo que me pasara por la casa, que ya todos me extrañaban, mi madre siempre tan exagerada hace sólo una semana los había visitado. Pero no podía negarlo los extrañaba, mi departamento se sentía vacío, y aparte si me quedaba acá sólo me mataría entre mis pensamientos.

Tomé un poleron y las llaves y salí de mi casa para dirigirme ya al auto.

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-Bueno ¿Como has estado Facundito?- preguntó mi abuela, cuando estábamos todos en la mesa almorzando.

-Bien, ahí entrenando fuerte para la gira- respondí.

-Y ¿Como esta su corazoncito?- cuando pronunció eso casi escupí la lechuga que estaba metiéndome en la boca.

Mis hermanos al notarlo se rieron.

-Bueno, eso esta un poco más complicado - hable levantando los hombros.

-¿Que pasó con Alba?- dijo mama y casi vuelvo a escupir al que pronuncie su nombre.

-¿Como que que pasó? Nada, que va a pasar- solté aún haciéndome el indiferente.

-Facu, pero si en el cumpleaños de Lucía estuvieron juntos todo el tiempo, incluso recuerdo algo que interrumpí -dijo riendo

Creó que en ese momento las mejillas se me pusieron coloradas. Y comencé a recordarlo todo, esos besos que extrañaba y sus labios que anhelaba.

-Bueno, como dije antes nuestra relación es complicada -solte intentando cortar el tema mientras Nacho me levantaba las cejas molestándome.

Tras terminar el almuerzo me acosté en una de las sillas de playa que rodeaban la piscina. Ya estaba quedándome dormido ante la relajación con el sol.

De pronto sentí que estaba volando abrí los ojos y mis hermanos me habían agarrado de la silla y cuando note sus intenciones luche contra ellos pero no pude. Cerré los ojos ante el frío contacto con el agua. Mierda. Malditos.

-Son los peores hermanos -bufé cuando salí de la piscina todo empapado. Y ellos se reían a carcajadas.

-Ya van a ver, ya. El que ríe ultimo, ríe mejor -solté realmente enfadado ante las burlas de Nacho, Juampi y Lucía.

Tuve que ir a cambiarme de ropa a mi ex habitación. Recordé aquel beso. El beso que Alba también quería, acá en mi pieza. Ella estaba hermosa, cuando la vi mirando mis fotos con la pijama puesta, parecía una niña pequeña, con sus rizos tan marcados y perfectos, su sonrisa y el aroma que me volvía loco.

Cuando salí nuevamente al patio, observé a lo lejos a mis hermanos sentados juntos comiendo y me acerque hasta ellos. Tras conversar unos minutos mas, Lucia se acercó levemente hasta mi.

-Facu quiero hablar contigo - soltó ella como perseguida. La miré de reojo con el ceño fruncido.

-¿Que pasa? Hablame-

-Quiero saber la verdad sobre lo que te esta pasando-

Respire profundo. Si acaso yo mismo lo supiera.