¿Qué es el amor?

Capítulo 1.

Alcohol, alcohol y más alcohol. Ese festival en la playa me había dejado muerta en vida.

Eran las 11 de la mañana del día 23 de Octubre y como de costumbre, cada domingo, tenía que ir a comer a casa de mis abuelos, pero ese domingo iba a ser diferente, la resaca no me dejaba ni parpadear, sentía que mi cabeza iba a explotar de un momento a otro.

Apunto de sentarme a comer, mi teléfono empezó a sonar.
Era miranda.
-Nena necesito que me hagas un favor.-me dijo miranda con voz de niña buena.
-Dime princesa- la contesté más muerta que nunca.
-Esta tarde viene toda la familia de Samuel a verme competir en la carrera de Caballos y necesito que compitas conmigo en mi equipo, Lucía me ha dejado tirada.

(Lucía era una amiga de Miranda, pero de amiga tenía bien poco, la dejaba tirada siempre que tenía algún plan mejor)

-¡Tu estas flipando! -la dije enfadada.-no puedo ni con mi vida mir, no estoy como para subirme encima de un caballo.
-Anda no seas tonta y hazme el favor, ya sabes que no quiero quedar mal delante de Samuel.-me dijo con voz de niña buena, ella sabía, que siempre la funcionaba.
-Vale.-asentí sin pensármelo más.-a las 6:00 estaré allí.

(Samuel era el novio de Miranda desde hacía algunos días, y Mir estaba muy ilusionada ya que llevaba toda la vida enamorada de el. Y era lo más normal, Samuel era el chico que toda muchacha desearía tener, un chico alto, guapo, moreno y con grandes expectativas de futuro.)

Dejé el móvil en la mesa bastante enfadada, no entendía como mi mejor amiga podría haber pensado antes en quedar bien delante de su novio que en mi resaca, una resaca que me estaba matando lenta y dolorosamente.

Al llegar al centro hípico, estaba allí toda la familia de Samuel, y como acababa de ser mi cumpleaños el día anterior, me caían tirones de orejas por todos lados ya que los tios del novio de Miranda, eran amigos de mis padres. Odiaba y sigo odiando esos momentos tan incómodos en los cuales te está felicitando todo el mundo y no sabes qué decir, a dónde mirar o que hacer.

Pero apareció el.
Apareció como aparece una estrella fugaz en medio de una noche de mierda, en la cual buscas respuestas a tus preguntas mirando al cielo.

Sin pensármelo, me dirigí hacia donde estaba Miranda, necesitaba saber quien era aquel chico rubio que había pasado por delante mía unos segundos atrás.
-Miranda tía, ¿quién es ese muchacho?
-Tía, es el mejor amigo de Samuel.-me dijo sorprendida.-¿te gusta?
-Que va tía, que me va a gustar. -la conteste negando con la cabeza.

(¿Como pude negarlo así? Los ojos se me salían de la cara, el corazón me empezó a latir a mil por hora, como si mi vida estuviese en juego. Me sudaban las manos y sabia, que después de verle a el, la competición no me saldría tan bien como Mir esperaba.)