*Looking For You.

Capítulo 21.

-Looking For You.

-Aquí está tu bolso...- Entró Kellin abriendo el bolso.

- ¡Hey! ¡No revises lo que no es tuyo!- Le dije.

- Ok, toma.- Lo cerró y me lo pasó.

- Toma esto...- Le pasé una galleta que traía.

- Muchas gracias, tengo mucha hambre.- La tomó y se la comió.

- ¿Todavía tienes hambre?- Él asintió levemente la cabeza.

- Toma esto...- Le pasé 300 dólares y este abrió los ojos como platos.

- ¿QUÉ?- Reí.

- Es para que comas, cariño.- Sonreí.

- No puedo... Es mucho.- Me miraba atentamente.

- Solo anda a la cafetería del hospital y come algo, no quiero que te pase nada...- Sonreí tierna.

- ¿Eso te hace feliz?- Me preguntó con una sonrisa.

- Eso me hace feliz.- Sonreí.

- Ok, ya vuelvo...- Se acercó a mi y me besó en la comisura de los labios.

- Si necesitas más, tengo más.- Le dije antes de que se fuera.

- No necesito... Es mucho.- Me sonrió, se dio la vuelta y se fue.

Tomé mi teléfono rápidamente y ví en el que tenía 43 mensajes de texto y 26 llamadas perdidas... Todas eran de Dayanne. No podía decirle que estaba en el hospital, ¡Se volvería loca! Bueno... Más de lo que ya está, vendría aquí y se preocuparía mucho, y no quiero eso. No podía decirle absolutamente nada a ella, ¿Y si Andy se entera? Dios, estoy jodida; apagué mi teléfono y lo metí otra vez en el bolso, las prendas que traía las metí debajo de el colchón de la camilla, así Kellin no se daría cuenta y me ahorraría las explicaciones.

Estuve pensando en todas esas cosas y después de un corto rato Kellin entró con dos sándwiches y un jugo, solté una risita y este me miró atento.

-¿Qué pasa?- Sonrió-

- Nada, te ves muy hambriento...- Se sentó.

- Créeme que si, gracias.- Se levantó y me dio un ligero beso en los labios.

- De nada, cariño.- Sonreí.

- ¿No quieres un poco?- Preguntó tomando uno de los sándwiches.

- No, amor. No creo que me lo permitan...- Hice una mueca.

- ¿Estás segura?- Me miró con esos ojitos de perro.

- Segura, come tranquilo, bobo.- Reí.

- Ok, preciosa.- Sonrió, se sentó y comenzó a comer.

- ¿Está bueno?- Pregunté con una sonrisa.

- Estaría mejor si tú también comieras.- Me miró con cara de perrito regañado.

- Tranquilo, los doctores no dejarán que muera de hambre...- Sonreí.

- Ok, está bien. Pero no dejas de preocuparme; ahora serás mi prioridad.- Qué tierno, nadie me había dicho eso nunca.

°Me perdí por un largo tiempo, lo sé. Les pido disculpas, no sean lectoras fantasmas:c, me vendría muy bien votos para saber quien lee, bye:3.°