Sensei ¿me amas?

El demonio de mi interior

13 AÑOS ANTES

KONOHA

Todo parecía bien, en lo que parecia que sería un esplendido dí en la aldea oculta de la hoja, y es que como no pensarlo si el sol resplandecía como nunca y el cielo parecía más azul que de costumbre, ademas claro de que había una paz que parecía que yacia en todos los habitantes de la aldea, pero claro esto no es más que una vil mentira ya que dicha paz se podía ver interrumpida debido a los gritos de auxilio y desesperacion que emitia un pequeño niño que corría con todas las fuerzas que sus pequeñas extremidades inferiores le lograban dar, dicho niño era conocido como "el jinchuriki del kyubi, el zorro de nueve colas" cñaro que ese era el nombre más desente que algumos aldeanos le daban ya que otros solo lo llamaban mounstro, bastardo, abrrecion, desgracia... entre otros, y son algunos de esos aldeanos que lo aborrecían y odiaban quienes ahora lo perseguian tirandole piedras y de veces en cuando uno que otro shuriken que pasaba raspando la delicada piel de este niño que muchos mas que solo ser un contenedor del demonio kyubi era un ser humano el cual tenía como nombre la union de sonidos y letras que daban como resultado: Uzumaki Naruto, un niño de aproximadamente cuatro años con cabello como el más fino oro con unos ojos de un intenso azul incomparable tanto con el cielo como con el mar, lo unico que se podía aproximar un poco a su color de ojos eran los mas resplandecientes zafiros que el hombre halla visto o pueda ver, era un poco pequeño con un contestura y resgos delicados que lo hacían ver como un angel, su piel era de un hermoso color canela tan resplandeciente pero siendo opacada por ños moretes y cortes que le generaban la turba que lo seguía atras aunque claro que eso no solo ocurría hoy sino todos los días que decidía salir a pasear por su aldea y debido a la costumbre de ser perseguido todos los días ya tenian una que otra nocion de donde ir para desacerse de esa turba por desgracias ellos tambien habían aprendido por donde se escapa es niñato y que caminos debían tomar para no perderlo de vista y hacerlo sufrir como el demonio que tenía adentro los había hecho sufrir. Despues de tanto correr tanto Naruto como los aldeanos se encotraban en un callejon sin salida, siendo naruto el que retrocedía a cada paso hasta chocar con la pared, no pudiendo hacer más dirigio su mirada a la orda de personas que lo veían con usa sonrisa psicopata más de animal o demonio que de humano.

Pov Naruto

Me encontraba temblando del miedo, aún no lograba entender porque cada vez que salía de casa los aldeanos me perseguian, tal vez hice algo malo, aunque yo no lo recuerdo y cada vez que le pregunto a oji-san el solo me con una cara que pareciera de sufrimiento y arrepentimiento ademas de verme con sus ojos cargados de un sentimiento que hace que me sienta triste, pero despues de unos segundo el simplemente voltea su cara y revuelve mis cabellos diciendome que no nhe hecho nada y que todo es culpa de los recuerdos y perdidas que ciegan a los aldeanos, apesar de que no entiendo lo que quiere decirme algo en mi me hace sentirme triste, pero lo que no entiendo es porque hoy estan tan empeñados en hacerme daño, normalmente solo me persiguen un rato y luego se van y es cuando me doy cuenta hoy es mi cumpleaños numero 5, ahora todo tiene sentido ellos siempre me tratan peor en mis cumpleaños, me perdi tanto en mis pensamientos que olvide en la situacion que estaba, dirigi mi vista de nuevo hacia mis atacantes, los cuales me ven como depredadores y al parecer yo soy su presa, a pesar de tener miedo no los odio despues de todo estoy seguro que ellos solo son guiados por recuerdos y sentimientos tristes y dolorosos, cada vez se acercan más y yo solo puedo pensar que si con mi muerte logran sentir un poco de paz pues adelante, los veo una vez mas esta a unos dos metros de mi, por lo que cierro mis ojos y espero lo que deba pasar.

Pov Nadie

Se podía ver como en un callejon como una orda de aldeanos con piedras, kunais, shurikens y con sus sonrisas siniestras, se iban acercando a un niño rubio de ojos cerrados el cual parecía resignado a su posible muerte, los aldeanos estaban tan solo a unos pasos de hacerse con el niño, cuando este mismo inconsientemente empezaba a expulsar una energía llamada chakra de color rojo el cual parecía que no se acababa ademas de el poder que se sentía que emanba de él. Tanto era el poder que se empezo a acomular en forma de colas en la parte trasera del niño llegando a crear unas 6 colas de un hermoso color naranja que se ondeaban con una majestuasidad y elegancia que dejaron mudos y espantados a los aldeanos que solo atinaron a correr, dejando al niño aun con los ojos cerrados que al parecer se había cansado por la energía que inconsientemente emanaba por lo cual cuando las colas de energía que tenía se dispersaron, el pequeño cayó en inconsciencia.