I

22 1 0
                                    



Siempre había pensado que el amor era algo fácil y tonto, nunca me había involucrado tanto puesto a que no me atraía y sentía que solo me traería problemas. Vi muchas veces a mis amigos sufrir por él así que eso hacía que se hiciera aún menos atractivo y aún sin experimentarlo me estresaba. Si acaso en mi vida me había sentido atraído por una o dos chicas pero nada serio, el sentimiento era vago y al mes terminaba siendo nada más que un capricho por parte de ella o mío, a veces era incluso de los dos. Matt, mi mejor amigo, me dijo por muchos años que yo era un aguafiestas que le daba miedo experimentar o sentir cosas nuevas, se lo negué incontables veces pero dentro de mi sabía que tenía algo de razón. No era mi culpa el ver como los demás se martirizaban por ello haciéndome alejar de él, simplemente no tenía las mejores <<recomendaciones>> sobre eso así no quería batallar con mi vida más de lo que normalmente hacía.

Quizá hubo una vez en la que posiblemente me sentí enamorado, la chica se llamaba Katie Miller y era una chica muy linda, rubia, ojo de color verde claro con un pequeño tono de amarillo, una estatura normal y una personalidad encantadora. La relación era muy estable y no llamábamos mucho la atención como pareja, parecía que iba por buen camino pero las cosas se volvieron extrañas cuando su comportamiento comenzó a ser obsesivo de una forma inexplicable, como sí de un momento a otro fuera a cambiar mi opinión sobre ella, y sinceramente lo logro. Empecé a ser algo distante y algo distraído, seguramente más de lo normal, y la verdad es que ella al parecer no captaba mi señal así que agarre fuerza mental y me decidí a dar el paso y terminar la relación que personalmente sentía que ya no iba a ningún rumbo.

Ese día fue muy difícil mirarla a los ojos, era una chica realmente buena, tanto así que llegue a pensar que no la merecía más y estoy seguro que jamás la merecí. Al final del día de clases nos fuimos juntos a la parada del autobús donde normalmente pasábamos el tiempo, ella me miraba con ojos expectantes y dulces, en verdad había reunido mucho valor para lo siguiente que haría, trate de calmar mi mente y respire profundo, ella empezó a hablar sobre su día y a mitad de su narración la interrumpí.

-Katie, tengo que decirte algo.- dije mirando al suelo tratando de que no notara mi nerviosismo.

-Si claro, dime.- respondió mientras se acercaba un poco a mí.

-Creo que... Es momento de parar esto.- mis palabras eran cada vez más inaudibles.

-¿Qué? ¿A qué te refieres con <<parar esto>>?- preguntó confundida, incluso si no la veía a los ojos podía oír en su voz que no lo podía creer.-Hemos estado muy bien estos días, o al menos eso pienso yo.

-Ese es el problema, solo tu estas bien en esta relación.

-No comprendo, ¿tú ya no estás bien en esta relación?- dijo ella ahora viendo el suelo como si eso empezara a ser algo tranquilizador para ambos.

-No es precisamente eso, estoy empezando a sentir que esto no va a ningún lado. Me he comportado como un idiota las últimas semanas pero tú no lo quieres ver. Perdón por hacer esto, pero posponer esta situación solo empeorara lo que sucede.- solté sin más, si lo decía así sería como quitar una bandita, entre más rápido menos doloroso.

-No logro entender completamente y no quiero pensar más en esto así que solo deseo una cosa, y es que si vas a hacer esto, espero que mínimo estés seguro de lo que estás diciendo.- respondió con molestia en su tono de voz, no la podía culpar hasta yo en ese momento me odiaba.

Se levantó de la banca y tomo sus cosas, me dirigió una mirada que no supe descifrar y se fue molesta hacia el lado contrario de donde yo iba. Me quede sentado mirando el suelo pensando en lo que acababa de hacer, no había hecho nada malo, o al menos eso quería creer. Fue en ese momento donde tome una razón más para no volver a enamorarme o sentir algo parecido, no quería lastimar o hacer sufrir a alguien en una forma sentimental.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 13, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aprendiendo a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora