This Don't Have To Be Over ~ Zerrie |mature| (Terminada)

~Capítulo 33~ cena

-Zayn.- exclamó sorprendida.

-Puedo pasar?- preguntó mientras se acercaba para besarle los labios.

-Sí.- se hizo a un lado y él entró al departamento.

-Estaba solo.- explicó -Y tenía muchas ganas de verte.-

Perrie asintió, mientras ambos se dirigían a la barra de la cocina; él estaba sacándose su abrigo. Ambos parecieron hacer caso omiso a sus palabras.

-Cenaste?-

-No.- negó -Vos?-

-No tengo mucho apetito.-

-Deberías comer algo.- reclamó.

-Más tarde.-

-Puedo prepararte lo que quieras.- ofreció.

-No tengo mucho con que cocinar. Pero en serio, prefiero no comer nada al menos por ahora.- repitió -Además, hoy comí una porción de torta y tomé demasiado café.-

Zayn negó. Se acercó a ella y acarició su mejilla. Perrie se inclinó hacia su boca y lo besó.
Él no dudó en seguirla, en parte había ido a visitarla por eso.
La aprisionó contra la pared y ella gimió cuando una de las grandes manos tiró de su cabello desde las raíces.

-Mi cuarto.- murmuró tras terminar con el arduo y apabullante beso, que inevitablemente había despertado en ella deseo y necesidad de él.

Zayn la llevó hasta la habitación, dejando besos en su mandíbula y su cuello, mientras bajaba el cierre de la falda. Casi no percibió que la ropa que llevaba no era la misma que por la mañana.
No la recostó en la cama, si no que la aplastó contra la pared e hizo que la prenda cayera, exponiendo el trasero enmarcado por unas bragas finas y delicadas.
Con una mano abrió la camisa y la deslizó por su estómago hasta llegar a meterse en sus bragas, acariciando uno de los puntos más sensible de su ser.

-Ahh..- la cabeza de Perrie se apoyó en el hombro de Zayn. -Vas a hacerlo de nuevo?-

-Calidum et humidum.- murmuró contra su oído y ella gimió aún más alto. -Prometo no volver a lastimarte.-

-No juegues.- murmuró.

-Sin preliminares?- rió ronco.

-Por favor.- jadeó sintiendo su rozar, y dirigió su mano a sus pantalones.

Desabotonó y se metió en sus bóxers.

-Oh.-

-Lets ludere aspera.- sí, ella quería jugar rudo y acabar con ese calor que sentía cada vez que tenía a Zayn cerca.

No quería lo de la mañana, pero Perrie toda su vida había calmado el dolor con más de él. Así que la molestia que había llevado todo el día, prefería calmarla así.

-Sii..-murmuró sin aire en sus pulmones y Zayn la besó arduamente.

El pulgar de Perrie rozó la punta de su glande, curvándose en la hendidura.
Zayn hizo sus bragas a un lado con su pulgar, permitiéndose tocar los pliegues húmedos de su sexo. El preservativo pasó de su mano a la de Perrie y en el instante en que lo deslizó, la embistió con fuerza.

-Deuss!- el chillido escapó de la garganta de la rubia y él se compuso en un ritmo arduo y ametrallador que sabía que la haría llegar pronto al climax. Al otro día eso iba a dolerle.

Perrie se aferró a sus hombros mientras él machacaba en su interior y la hacía sentir un deleite elevado mezclado con un dolor que el placer buscaba acallar.

-Ocius.- ella clamó por más, quería que la fricción fuera tan rápida que su feminidad ardiera como leña. Aún más.

Los movimientos eran tan rápidos que Perrie ya no podía pensar, solo chillar, gemir y jadear en su oído, excitándolo cada vez más.