Uke sensei (Yaoi/Gay) [Lenta]

Capítulo 10

Todo el mundo que escuchó la valiente confesión de Minami se quedaron a observar, como si de un espectáculo se tratase ¿Que tiene de interesante mirar como terminará esto?

-- Pero, tu me odias, me engañaste, me hiciste la vida imposible --mencionó Aoi mientras fruncía el ceño-- ¿Como quieres que te crea? --Minami no decía nada, ella solo miraba al piso.

-- Fuí una idiota... Siempre, siempre, siempre me gustaste, pero... Nunca quise admitirlo --pronunció mientras tartamudeaba, y hablaba con rapidez, Aoi sólo miró expectante.

-- ¿Quien te dijo que hicieras esto? --

-- ¡Nadie! Es una decisión que tomé por mi misma! --gritó, Aoi sólo guardó silencio.

-- Pruebalo --Minami se acercó a Aoi, la tomó por los hombros y respiró profundo para luego acercarse rápidamente a su rostro y darle un pequeño beso, algo tan simple como juntar los labios, para algunos, ese pequeño beso era algo muy ambiguo, pero para Aoi y Minami eso requería de mucho valor.

-- Ahí esta la prueba --la cara de Minami estaba tan roja como un tomate, y un gran rubor inundo las mejillas de Aoi.

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-- Porque siempre te apoyas su cabeza en mi trasero? --preguntó Kise.

-- Por que es blandito y cómodo --reí.

-- Ryu... No soy un cojín humano... --

-- Pero, tu trasero es cómodo --dije, mientras apretaba una de sus nalgas con mi mano.

-- Hey! No hagas eso --mencionó molesto.

-- ¿Porque? Acaso te excita? --reí.

-- C-Claro que no! --rió nervioso.

-- Vaya, que sucio eres~ --comencé a tocar sus nalgas, acariciando ambas, el me miraba sonrojado y con el ceño fruncido, tan lindo como siempre...

-- Ryu! Ya para maldito pervertido!! --me gritó a lo que yo solo respondí con unas fuertes carcajadas.

-- Perdón, perdón~ --comencé a bajar sus pantalones y mordí una de sus pompas.

-- Paraaa!!! --

-- Obligame --sonreí de oreja a oreja, pero no esperaba recibir una patada con su talón, eso si que dolió...

-- Au! --me quejé, el solo sonrió burlón.

-- Si no te doy permiso de tocar mi trasero, tu no lo tocaras! --me miró mientras sonreía.

-- Aguafiestas... Deja que lo toque! --él sonrió, aparto su trasero de mi cabeza y me dio un pequeño beso en la frente.

-- A la noche te lo daré --un sonrojo inundó mis mejillas, el sonrió mientras se dirigía a la cocina.

Tocaron a la puerta así que fui a abrir, encontrándome con Kai.

-- Hola --saludó mientras entraba.

-- Que paso? Es raro que vengas aquí... --le cuestioné.