Love at first sight

Chapter 3♡

Amanecí sola, como era de esperar. Cuando Axel se iba de viaje no le gustaba despertarme, decía que le gustaba darme un beso viendome dormir, que hacia menos dura la despedida. Él era cariñoso y atento, me cuidaba como si fuera frágil. Lo tuvo dificil desde el principio, y por eso me protegia tanto, creo yo. Cuando Carly, mi mejor amiga, nos presentó yo no quería saber nada de nadie. Él era buen amigo suyo y pensó que sería una manera idonea para conseguir olvidar a Zach. ¿A quién le importaba tener pareja? No era lo que quería en ese momento. Pero había días buenos y días malos, muy malos. Ahora creo que los buenos solo eran regulares intentando mejorar. Y así me encontraba día a día, intentando recoger todos los pedazos de mi corazón roto esparcidos por la alfombra. Axel me invitaba a salir, ibamos con más amigos al cine, me hablaba siempre para preguntarme que tal estaba. Así que decidí hacer un sacrificio y pensar en mí, quizás el chico rubio de ojos castaños merecía una oportunidad. Realmente no intenté estar con otros chicos antes, pasaban de buenos amigos a algo más, pero retrocedían a la casilla de inicio en cuánto me daba cuenta que solo les haría perder tiempo. Pero con Axel llegó a ser diferente. Al principio fue duro, creía que le haría daño si de repente cambiaba de opinión, pero me proporcionaba tranquilidad. Hacía meses, un año quizás que no tenia paz y estabilidad, así que aposté por ello. Y aún sigo creyendo que acabaré haciendole daño, pero también sé que ha merecido la pena todo este tiempo con él. Acabe antes o después. De verdad que me ha hecho feliz, y juraría que yo a él. He conseguido enamorarlo y que quiera estar cerca mío y pendiente de mí. A veces parece asfixiante, pero sé que solo se preocupa por mí. Es buen chico, y sé que soy afortunada de tenerle. Aunque la mayoría de chicas prefieran al chico malo que les hace amar y odiar al mismo tiempo, a mí me gusta el chico atento que tiene tiempo para dedicarmelo. No es que con Zach no hubiera sido todo bonito, en realidad creo que ese es el problema. Fue demasiado bonito como para compararlo. Pero no puedo obviar el hecho de que cuando se fue no volvió a buscarme, no se dejó ver. Solo quiso desaparecer. Y yo me quedé sola. Sola y hundida. Oía hablar de él y me dolía, porque ya no pertenecía a mi vida. Y sé que me quería, pero supongo que la distancia le hizo pensar que eso cambiaría.

La casa se me hacía especialmente amplia ahora que estaba sola. Mi inconsciente me corrigió en el acto como si «estar sola» fueran palabras de amenaza. «Ahora que Axel está rodando». Compaginar mi vida con la fama no había sido una tarea dificil para mí, sentía que seguiría teniendo mi espacio para disfrutar de las pequeñas cosas. Pero esta era la pega: la distancia. Los rodajes, los ensayos... Todo esto hacía que Axel viajara mucho, o que yo lo hiciera. Uno de los dos nunca estaba en casa, pero cuando estabamos juntos estabamos realmente bien. No se puede decir que vivamos juntos, pero me gusta su compañia cuando se instala aquí, la cálidez de la casa cuando hay gente en ella. Me costó decorar cada centimetro de la pared, soy realmente indecisa. Pero ahora que la tenía estaba orgullosa de mi trabajo, mi casa era mi lugar de refugio en todo el mundo. He vivido muchos años aquí, y creo que no pienso mudarme nunca. California es un lugar agradable para vivir. Lo que más me gusta es la playa, pasear descalza por la arena cuando empieza a caer la noche y la arena no quema tanto como el resto del día. El agua cuando moja mis pies y me salpica el vestido al andar. Diría que el mar es mi segundo refugio.
Mis padres y mi hermana también viven cerca de mí, mi hermana Shay pasa mucho tiempo conmigo, es como mi mejor amiga. Nos gusta disfrutar de nuestra compañia, y me acompaña a todos lados prácticamente. Me conoce mejor que nadie y con tan solo 17 años da los mejores consejos que nadie más me puede dar. Estoy muy unida a mi familia, y no sé que hubiera sido de mí sin ellos en ciertas circustancias.
Mientras me recogo la melena en una coleta para salir a pasear a Darla, recuerdo que mañana Abi celebra una fiesta. Una alarma en mi cabeza insinua que no debería estar demasiado tranquila. Algo está a punto de pasar y mi interior desea con todas sus fuerzas que no sea lo que estoy pensando.