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Otro día, la misma mierda. Me había quedado dormido de nuevo. Sentía que la cabeza me iba a explotar. ¿Cuánto habré tomado? Quizás lo suficiente como para haberme quedado dormido en el sofá.

Intenté levantarme, pero había un jodido desastre en el suelo. Estaba lleno de botellas y latas de cerveza. Hice todo a un lado con mi pie y me levante del sillón. Mi casa estaba hecha un desastre. Quizás luego llame a la empleada para que limpie este desmadre.

Oriné y lave los dientes. Aproveche de una vez para darme una ducha rápida. Volví a bajar para buscar mi teléfono que estaba encima de la mesa del comedor.

16 llamadas perdidas. Todas de Ben, al igual que los mensajes. Decidí llamarle para saber que quería. Estaba a punto de colgar cuando Ben decidió contestar.

— ¿Qué pasa gorda? — pregunta todo adormilado.

— ¿Para qué me querías? Casi me explotas el teléfono — dije mientras buscaba un vaso de agua en la nevera.

— ¿Yo? Yo no... Ah si, te llamaba para saber dónde estabas. Desapareciste del bar así de repente, después no volví a verte.

— No tengo ni puta idea a donde fui, pero me desperté tirado en el sofá con un montón de botellas y pendejadas en el suelo.

— A la próxima te acuerdas de avisar.

— Venga, es viernes.... ¿Qué hay para esta noche? — pregunté.

— Unas amigas me invitaron al bar triángulo, ¿Te apuntas?

— Si hay una para mí, si.

— Siempre comparto mi carne contigo. Claro que hay para ti.

— Invita a los demás. Nos vemos allá.

— Vale, te veo a las diez.

— Va — colgué.

Jodido despeinado, cuanto lo amo. Conocer a Ben es una de las mejores cosas que ha pasado en la vida. No sé qué sería de mí sin mi mejor amigo. Sin él, quizás hubiese terminado siendo un vagabundo.

Mire el reloj, eran aproximadamente las seis de la tarde. Mierda, ¿Cuánto he dormido?

Necesito un jodido pase de cocaina.

Levante el teléfono de nuevo, esta vez llame a James. James siempre traía de la buena.

— ¿Qué pasa? — dijo al responder.

— Necesito un favor.

— ¿Cuál?

— Necesito nieve.

— ¿Dónde estás?

— En casa.

— Paso en veinte minutos.

— Gracias — colgué.

Eso era lo bueno de James, siempre estaba para todos a toda hora.

Volví al sofá y me senté.

No recuerdo nada. Debo dejar de tomar tanto, a veces bebo como un anormal, como si el mundo se fuese a acabar al día siguiente. Siempre perdía la jodida cabeza.

Todo en mi vida es un desastre. Todo.

Y aunque todo lo que hago este mal y me haga daño... Debo admitir que me hace sentir bien, me hace escapar un rato de esta porquería de realidad. Me llevaba a un lugar lejos de esta basura de vida que tengo. Era genial.

James ya estaba tocando a mi puerta. Había tardado aproximadamente media hora. Diez minutos tarde.

— Prepara la mesa — le dije a James tan pronto le di un apretón de manos.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2015 ⏰

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Destruction :: Danny Worsnop ft. Ben Bruce ::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora