Sueños cortos

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Estoy en una playa, las pequeñas olas que se juntan llegan hasta la prilla y tocan las puntas de mis pies, intento llegar mas profundo en el mar pero no puedo, algo no me deja, a lo lejos escucho mi nombre gritando
-sebastiaaaan
Intento mirar hacia todos lados pero no veo nada, a lo lejos veo a una chica, es diana, mi mente no lo podia creer, diana, estando en una playa desierta sin ninguna señal de vida con la unica persona que me encuentro es diana, me acerco rapidamente asi ella y la abrazo, me separo y juraria que en sus ojos podria ver mil mares, eran los ojos mas hermosos que habia visto en mi vida, enredo su cabello en mi mano y lo coloco detras de su oreja, no lo podia creer, era maravillosa, la cosa mas perfecta creada por Dios, la vuelvo abrazar como si nunca en la vida nos volvieramos a ver, y tal vez era verdad, en sus ojos podia ver mil vidas atras, observo fijamente el oceano mientras la abrazo a lo lejos observo una ola, una ola no de un tamaño comun, era una ola inmensa, la observo y me separo de diana, los dos admirabamos el tamañao sorprendente de esa ola, le temo la mano y le doy un beso en la frente, se aproxima lo ola y en mi mente pasan todos mis recuerdos, pero los mas presiosos eran los de diana, la ola azota en la orilla y salimos volando junto con la ola como en un tsunami, mi cuerpo se retorcia de la fuerza del impacto pero mi mano no se separaba de la de diana. Escucho un sonido estremesedor
-piip piip piip- era mi despertador por las mañana
Me despierto sudando, me quedo observando un par de minutos el techo de mi abitacion, me siento a un lado de mi cama analizando todo lo que paso, todas las mañanas acostumbro a dar gracias a Dios por 3 cosas y a pedirle a la vida como siempre que me ayudara en mi dia, tomo un baño, me pongo mi uniforme de la escuela y bajo a desayunar, mi madre como siempre me lleva en el auto en la escuela, todos los dias eran rutinarios, el mismo camino hacia la escuela, el mismo desayuno por las mañanas, estoy en la entrada de la escuela, con el miedo de que la prefecta de la escuela me devuelva a mi casa por el pretexto de traer el "cabello muy largo" todas las mañanas era lo mismo, mi madre siemore me decia "tienes que acatar las reglas de un lugar" asi que por lo que llevo de mi vida tuve que seguir esa filosofia, entro discretamente en la recepsion de la escuela y como no tenia que faltar
-sebastian meraz, que paso con ese cabello?- dijo la prefecta
- maestra, buenos dias, fijese que no pude ir a cortarme el pelo por que..... Amm..... Estaba cerrado mi peluquero- respondi
-y no pudo ir a otro?
-nonono mi madre no me pudo llevar por que estaba muy ocupada en su trabajo
Lo cual era una muy muy grande mentira ya que mi mama no trabajaba desde hace algun tiempo, asi que le doy un abrazo muy grande a la prefecta y le digo
-sol, la quiero mucho
Ella responde con una sonrisa de oreja a oreja y me dice
-que sea la ultima vez sebastian, mañana no lo dejare pasar
-si maestra si
Llego al patio de la escuela y subo las escaleras lo mas rapido que puedo para no llegar tarde, toco la puerta de mi salon y la maestra ya esta adentro, toco la puerta delicadamente para intentar abrirla sin que la maestra se de cuenta que llegue, la mestra se encontraba del otro extremo del salon escrbiendo anotaciones de lo que tendriamos que hacer en la clase, era practicamente imposible que me escuchara llegar, entro suvemente y escucho una voz
-joven sebastian, tiene falta el dia de hoy- dice la mestra volteada hacia el pisarron
Por un momento me asuste, era imposible que me viera, pero tomo asiento en mi lugar sin decir ni una sola palabra, tomo mis libros y comienzo a trabajar, todo el salon se encontraba en silencia, en un profundo silencio, pasan las horas y las clases se acaban, solo espero el momento en llegar a mi casa y hablar un poco con diana, tal vez hasta las 12 de la noche cuando mi cuerpo se arrullo solo por hablar con ella por mi celular bajo mis cobijas, las clases se terminan, y fue otro dia abitual, aburrido, sin muchas cosas que hacer, las clases se acabaron y voy de nuevo a la estacion de autobuses donde Siempre tomaba mi camion para ir a casa, todo parecia tan normal y sin chiste, solo esperaba poder llegar a casa de nuevo y hablar con esa hermosa niña.

El recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora